XXVII

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Emily Lestrange

Otra vez Willson

El pequeño Willson, lugar donde desaparecen mujeres y a las semanas muertas.

Es media noche.

El brazo del pelinegro me rodea por la cintura, aún no me puedo dormir. Tenia razón Frey cuando decía que le gustaba mi calor corporal, también es culpa mía por tratarlo como mi osito de peluche.

Malcriadora tenías que ser Miller.

Obvio gorda

-Frey- susurré.

-Hmm- asintió apretandome más a él.

-Me estás matando- sin pensarlo abrió los ojos de golpe y me soltó.

-No,no,no,no,no- me dio un beso en la frente- Yo... lo lamento Emily.

DIOSSSS NO PUEDE SER MAS LINDO

-Lindo, no era literal. Era sólo un decir para que le afloje un poco, a demás, tan fácilmente no te vas a  librar de mi.

-Tonta, casi me matas de cincuenta infartos en un segundo- le sonreí y me volví a acurrucarse con el y volvió a dormirse.

Pasaron al rededor de cuarenta minutos, aproximadamente, y los sollozos de una mujer me hicieron estremecer.

-Pss- lo moví tratando de que se levante, tiene el sueño más pesado que el mío sin duda- Stein- volví a moverlo hacia los costados- Mi amor- el solo asintió.

Me lo hizo aproposito.

-Hmm.

-Hay una mujer gritando abajo en la puerta- no les voy a decir que no, estoy no asustada...

RE ASUSTADA

- Déjala.

-¿Pero si es importante?

-Emily.

-Listo iré- me tomo del brazo.

-Ni loco te dejaré ir sola.

Tome el revolver ee la cajonera y bajamos hasta la puerta principal- la de la entrada-. Cada paso que doy se escuchan más fuertes los sollozos y suplicas. Me acerqué un poco mas para abrir la puerta y esa voz es de...

Joder

-LEIGHT- la peli negra llora desconsoladamente- Ven pasa.

-¿ Qué sucedió?- pregunto mi novio mientras se sienta en el sillon de un cuerpo.

-Fue el Emily- a la joven se le rompió la voz por completo mientras lloraba.

-¿Quien Leight?

-Asesino a mi madre, vendrá por ustedes, algo trama este hijo ee puta- ella tomó mis manos, increíblemente no nos estamos matando- No se quien es pero si se que no parará hasta- eso falto para entender la referencia.

donde está el cuerpo de tu madre?- le di una mirada asesina como diciendo "La cagaste, corazon".

-E-e-esta- esa fue la gota que revalzo el vaso, termino de mojarme el hombro con sus lagrimas- La despedazaron- dijo ella en un susurro- La devoraron.

-Leight. Quédate esta noche aquí- sus ojos s rellenaron de lágrimas y asintió.

La acompañe hasta la habitaciln de invitados y le deje un vaso con agua junto a un paquete de galletitas de jengibre.

-Leight- la llame por última vez-¿ Quieres que llame a Heist?. Creo que podría ser buena compañía- lo pensó por un momento.

-Bien.

- Quieres llamarlo con mi teléfono o el tuyo?- me mostró los bolsillos y  nada, no tiene. Se lo di y no pasaron ni cinco minutos para verlos a los dos acostados en una cama.

Leight no me dejo dormir en toda la noche.

Estamos los cuatro desayunando tranquilamente hasta que Heist decidió abrir la bocota.

-¿ Y si Frey y yo les enseñamos a utilizar armas en forma de defensa? ¿Que dicen?- Frey volteó a verme.

-No me parece mala la odea- Leight apoyo la idea magnífica del rubio.

-Emily?- me miró poco más rogándome.

- No la necesito.

Y ahí me ven en medio del bosque Sweetblood con un par de tontos con armas.

En un árbol hay una " personita" de tiza.

Que mal artista es Heist, se moriría de hambre si se dedicara al arte.

Estamos a siete metros de distancia aproximadamente.

Heist tomó las manos de Leight para posicionar la pistola y presionar el gatillo, dándole cerca del punto marcado en la frente.

Frey y yo somos los espectadores hasta que Heist nos llama.

-Emily " experta"- espetó en un tono burlón remarcando las comillas- ¿Quiéres probar?

-¿Donde lo quieres pregunté señalando la deformidad en el árbol.

-Ahi- dijo señalando con el dedo- Justo en el centro.

-Bien, igual, sabes que en todo lo que haga voy a ser mejor- levanto las cejas en forma de burla- Solo mira y aprende, Stein- tome el arma  y apunte hacia el blanco y presione el gatillo. Y....

Bingo

-Bajo tu ego Heist?- pregunté burlona disfrutando el momento.

-Es solo suerte de principiante.

-Heist, acepta que soy mejor que vos- el peli negro me tomo los hombros por detrás.

-Ahora sí, cerré la boca y me toca irme.

-Miedo?

-¿Yo?, jamás- tomé el arma de Frey y hest la suya.

-Bien, el que dispare más cerca del centro gana.

-Las princesas primero, oxigenada- dije en modo de burla con la cual se rieron todos menos el.

El rubio disparó tres veces, en la primera le dio en la cien, en el segundo en el corazón y el tercero en un costado muy cercano al punto.

-¿Preparada princesa?- apunte y dispare los tres en filita atravesando bien por el hoyo hecho por parte mía.

-¿Alguna duda oxigenado?- volteo hacia Leight y ella se rió en su cara. Le mande un beso y el pequeño Stein y yo nos fuimos.

My strange addiction - Frey SteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora