XXV

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Frey stein

Solo se rehúnen en los funerales.

En todas las familias siempre hay alguien lejos, que no está/están jamás, solo  hacen presencia en los funerales.

Ellos buscan hacerse los "presentes" en toda esta mierda, luego se vuelven a alejar cfomo lo hacen cotidianamente.

Que gente de mierda.

Yo soy de esos

Somos gente de mierda.

Su familia está toda, nadie falta. La pelinegra muere por dentro, no llora, no quiere.

Quiere mostrarse fuerte y no en pedazos. La tomé de la mano y la lleve a la barra de la cafeteria en la funeraria, pedí un cafe y ella no quiso nada, no tiene ganas de nada.

¿Cómo se entirá el dolor?

Es algo que nunca sabré.

-Vamos, no has comido nada.

-No quiero nada.

-Vamos, ¿Qué quieres comer?

-Nada. ¿Sabes lo que es eso?- preguntó sarcástica.

Tomé con más fuerza su mano y la lleve hasta los sillones, donde no hay casi personas. Ella, volvió a recostarse en mi hombro pero esta vez sentí como se humedecía la tela de la camiseta. Me acerqué a su oido y hablé.

-¿Quíeres quedarte, linda?- ella movió la cabeza negando y me paré, la tome de la cintura y nos fuimos afuera.

Sacó una cajetilla de su mochila y encendió uno.

-¿Te han dicho que fumar hace mal?- un joven rubio muy parecido a mi madre llegó y le habló a la pelinegra.

-¿Te han dicho que eres un imbecil?- ella le respondió molesta encendiendo el cigarro.

-Te he extrañado linda Emma- linda?, quién mierda se creé este para llamarla "linda".

-Yo no, Mattheo.

El se dió vuelta y me miró con seriedad- ¿Y tu eres?- preguntó con desagrado.

Lo miré y le dí vuelta la cara.

-Está bien, empezamos mal- se acercó a mi y extendió su mano- soy Mattheo, Matheo Duppont.

-Duppont?

-¿Si?

-Pero no... no puede ser, ella está...

-Muerta, ¿No?- el terminó la frase por mi.

-¿De qué estáan hablando? ¿Quién está muerta?-preguntó ella mas perdida que turco en la neblina.

-Pero no puede ser- él me miró agraciado.

-¿Qué no puede ser?...  primito...

Voy a morír, es imposible.

Emily me tomó del brazo y me tironeó hasta a dentro.

-No quiero que estes cerca de el- me tomó por sorpresa.

-Emily, no hará nada.

-Él es un puto enfermizo.

-Más enfermizo que ser un puto psicopata no hay.

-Frey, en serio te lo digo. No te acerques más a el.

-¿Pero por qué no?

-¡PORQUE POR EL CASI MUERO MIERDA!- todo el mundo la escuchó, al darse cuenta se tapó l boca y se acercó al cajón- Ya se acabó esta mierda. ¿ME ESCUCHARON?. Ya llevaremos el cajón al cementerio- esa frialdad tomó a todos por sorpresa- Y el que me contradiga lo meteré en un ataúd tambien.

Tomé una de las sogas y ayudé a llevar el ataúd, Emily, Alice y yo fuimos en el auto funerario, el trayecto fue silencioso.

Cuando llegamos al cementerio, Emily me tomó de la mano al igual que se la tomó a su madre.

Pasaron al rededor de cincuenta minutos y Emily sigue sentada frente a la lapida, pero esta vez en la de su padre. 

Estamos solos, le prometí a su madre cuidar de ella.

Me senté junto a ella, solo mira la lápida de su padre, dónde luego pondrán a su abuelo también. Con sus pequeñas maqnos corta los pelitos del césped.

-Lo extraño mucho- pequeñas gotas bajan por sus mejillas- Nunca le hizo nada a  nadie y el traidor de el de arriba le pagó asi- su cuerpo tiembla levemente- Me hubiese encantado que lo conocieras y le digas que soy más feliz que nunca en Willson junto a tí.

-¿Qué es lo que más amabas de el?

-Cuando... cuando- la voz se le quebró- cuando nos despertabamos  tomábamos las valíjas y manejábamos sin rumbo alguno. Siempre, él pasaba por cigarrillos  y yo por bagguetes rellenas.

Me paré y me a cerqué a la lápida arrodillandome.

-Hola señor- hice una pausa para leer el nombre- Alex Lestrange, se que no es la mejor acación pero vengo a plantearle mi- lo p'ensé un rato- mi afecto por su hija. Prometo cuidarla como hizo ustéd en vida, le seré fiel, si es necesario mi vida será dada a cambio de la suya. Siempre estará segura conmigo. Delante de usted le haré a ella esta propuesta- me volteé hacia ella viendola emocionada- Quiero que seamos más que amigos, porque los amigos no se besan- ella se secó las lagrimas-Los amigos no tienen sexo, no se quieren de la forma en que lo hacemos. Quiero que seamos como Reth y Kaia.

-Novios?

-Si...- ella se acercó y me  besó- Lamento el atrevimiento Alex- sonrió despues de tanto tiempo y nos fuimos de ahí.

-¿Qué te atormenta, Stein?- me sacó de mis pensamientos.

-¿Cómo que Emma?

-Después te explico- la miré y volví a tomar su mano.

-Aqui hay tiempo.

My strange addiction - Frey SteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora