XXXI

250 16 0
                                    

Emily Lestrange

En la vuelta a casa hemos tomado ocmo nunca para celebrar.

¡Un hijo de puta menos!

Heist y Leigh han pedido ir hasta la cabaña, Reth se ha ido hasa su casa porque mañana en la mañana tenia cosas que hacer y yo, obviamente me he ido con Kaia y Frey.

Mi madre no se puede enterar de nin guna manera que me he manchado las manos con sangre.

Pero si ella se las manchó.

No importa, se lo he prometido.

La has roto.

Lo se.

No se si es por las alucinaciones del alcohol pero me ha parecido der dos botellas de agua un tanto sospechosas en el bolso de Leigh.

No quiero pensar mal de ella, pero es un  raro presentimiento.

Llegamos a la casa de los Steins, están todos durmiendo.

Frey me tomó del brazo y me guió hasta su habitacion, me da cosita que esté Kaia sola, ella no me dejaría sola si estuviera en esta situacion.

-Frey...- asintió cerrando la puerta.

- Y si...- lo miré a los ojos- hacemos una pijamada con Kai?- me miró con cara mala- Dale, me da cosita que se quede sola. Es mi amiga.

Lo pensó mucho.

Corrí hasta su habitacion y la llamé .

-KAIAAA- entré- Me vengo a dormir contigo.

-Y Frey?

-No quiere que vallas, pero no te voy a dejar sola.

-Sos un amor- me abrasó

-Ya lo se pelinegra- nos reímos y entró Frey.

-Emly... vamos, no me traiciones asi linda.

-Frey, ya sabes la condicion.

-Pero.

-Nada de peros.

-Chicos, no hace falta. Me quedaré aca, extraño dormir sola- la maté con los ojos.

-Viste, ella te lo dijo. Ahora nos vamos.

-Me la vas a pag- el pelinegro me tomó de la cintura y me cargó como una bolsa de papas- FREY!!

Entramos a la habitacion y me acosté en la cama del lado de la pared, porque sino Frey me tira de la cama.

Pasaron diez minutos y ninguna palabra soltaba.

-Emi, estas bien?

-Si- respondí cortantemente.

-No, claro que no- me di vuelta, mirandolo a los ojos y lo abrasé.

-Tengo solo un mal presentimiento.

-Cual?

-No se bien, tiene que ver con- me frené- No importa.

-Con que tiene que ver?- pregunto esta vez el mientras me acaricia con suavidad la mejilla.

-Con, bueno, con Leigh- me acomodé y una incomodidad corrió  por mi cuerpo- Frey.

-Hmm- asintió.

-Me puedes prestar algo de ropa, me incomoda el vestido para dormir.

-Claro.

Se paró y caminó hasta la otra punta del cuarto para ir a buscarme algo a su ropero, volvio y me dió una camiseta y un pantalón a cuadros rojos y negros de un pijama compartido que tenemos.

Obviamente yo lo obligué a eso.

Y Frey se durmió.

Media noche

No he dormido nada por ese maldito presentimiento.

Intenté pero no pude.

El ruido de la puerta abriendose me  terminó de despertar.

Escuché los pasos en las escaleras y sentí como abrían la puerta, me hice la dormida.

Sentí unos brazos tironearme hasta abajo, en la sala.

Están Fleur, Adam, Kaia, Peerce y otro hombre bajando con el cuerpo de Frey.

Nos apuntaron un hombre a cada uno con un arma y nos obligaron a sentarnos en los muebles.

Reconocí los ojos de una chica.

-Leigh, sacate la máscara. Si realmente pretendes hacerte pasar por alguien mas, empieza a tomar clases.

-Cierra la boca Miller- eso me tomó por sorpresa, nadie mas que Frey sabía eso.

-Veo que has estado de investigadora ultimamente, Flemming- hay rabia en sus ojos, pero no mas que en los míos-¿Porque no investigas un poco de tu padre?, digo, aca es el menos sano- volteé a ver hacia Thomas Flemming y el clavó su mirada en mi- No es cierto Thomas?. Cuentale a Leigh tus secretitos- se acer có a mi y estampó su mano en mi boca, haciendo que escupa sangre. Si se pensó que eso me iba a callar se equivocó, le sonreí mostrandole la sangre en mis dientes- Sacate la máscara asi te reconocen, todos te hemos visto- volteé hacia Leigh- Tu padre no es lo que crees, Leigh. 

-Cierra la boca.

-Quieres saber que es lo que el hace?

-Callate Miller.

-El terminó con la vida de mi padre- unas pocas lagrimas me jugaron en contra- Esta es la mierda que es tu padre.- lo señalé con el dedo- Esta mugre es tu padre.

De reojo ví a Mayne venir por un oscuro pasillo, interfirió como pudo, pero no sirvió de nada.

Las luces de la casa comenzaron a prenderse y apagarse una y otra ves hasta que se quedó por completo oscura, a lo lejos escuché a Frey gritar mi nombre con todas sus fuerzas, no lo e ncontré.

El olor a químico que había nos desconcentró a todos, nos adormecio.

Lo ultimo que recuerdo es que me choqué con Leigh cuando sentí a alguién cargarme hasta una camioneta, pataleé con la poca conciencia que me quedaba en ese momento. Cuando sentí que frenaba mis piernas intenté gritar, me tapó con mi mano y traté de morderla para que saque de su bolsillo un polvo blanco y me lo sople en la cara.

Pero ví a esa persona.

No era Thomas o alguno de los hombres, o los Steins.

Era un chico alto, pelinegro de ojos celestes, que al parecer, los Steins conocen bien.

My strange addiction - Frey SteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora