Capítulo 9: Al rescate de un niño.

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Nota del autor: He hecho una revisión del capítulo, corregido mejor la ortagrafía y algunas frases que ahora creo que estan mejor.

Espero que os guste.

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Dos días después de haber salido de la torre del Círculo llegamos al castillo de Risco Rojo. Los guardias del castillo ya nos habían divisado al entrar en el valle y Bann Teagan estaba esperándonos en la entrada.

-¡Bann Teagan! - le salude acercándome a él.

-Mi señora- me saludo haciéndome una leve reverencia.

-No es necesario eso Teagan ¿Cómo han ido las cosas por aquí? –

-Bien la barrera que levantaron vuestra amiga y ese mago ha tenido a Connor en un letargo y no hemos tenido ningún incidente – me aclaro – pero por favor entrar debéis estar exhaustos.

Teagan nos condujo al interior del castillo y ordeno que nos trajeran algo de comer.

-Morrigan, Sten me alegro que estéis bien –

-¿Cómo es que habéis tarda tanto? empezaba a... –

-¿Estabas preocupada por mi? – le pregunte con una sonrisa.

-Claro que sí, no me fio del templario – me dijo señalando a Alistair.

-Eso es mutuo bruja – le respondió el.

Eran como niños.

-Primer Encantador ¿solo podéis enviar a un mago al Velo? – pregunte mientras me sentaba a la mesa.

-Sí, pero antes de enviarlo necesitamos saber qué clase de demonio está atado a este niño, empezaremos nuestras investigaciones tan punto terminemos de comer así que si lo deseáis podéis ir a descansar un rato-

Todos terminamos de comer y los magos se fueron con Connor.

-Teagan por favor ¿dónde podría conseguir agua caliente para un baño? –

-Ordenare que os lo preparen –

-No, tranquilo no es necesario –

-Es lo menos que podemos a hacer, habéis arriesgado la vida para intentar salvar la de mi sobrino – me dijo un poco afligido.

-Como queráis –

Hizo una señal a una de las criadas del castillo y le ordeno que me preparara el baño.

-¿Puedo pediros otro favor? – me sentía como si estuviera abusando de su confianza.

-Lo que queráis mi señora-

-¿Me podríais prestar algún libro de vuestra biblioteca? –

-Claro que si no tenéis ni que pedirlo, cogerlo vos misma, estáis en vuestra casa- me dijo con una sonrisa – venid os acompañare.

Bann Teagan me tenido el brazo, hacía mucho tiempo que un hombre no tenía ese gesto conmigo.

-Tenéis una biblioteca exquisita, me recuerda a la que tenía en....- se me quebró la voz al recordar mi hogar.

-Siento que os haya traído recuerdos tristes mi señora –

-No, no son tristes sino todo lo contrario, lo que me entristece es no saber si podre volver algún día a mi hogar –

-Comprendo, os dejare sola para que podáis escoger-

Por raro que fuera cogí un libro sobre protocolo en las fiestas reales, tres meses antes no se me hubiera pasado por la cabeza coger ese libro, pero ahora me hacia recordar el tiempo que pase junto a mi madre aprendiendo las reglas de la cortesía en palacio.

Esta es mi historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora