Capítulo 61: Decisión critica.

27 7 3
                                    

El dia de viaje des de Denerim fue el mas largo de nuestras vidas, los tres teníamos la vista clavada en el horizonte, donde al entrar la noche vimos el humo que salía de las torres de la ciudad.

-Espero que Anders este bien – les dije a mis compañeros.

Cuando bajamos del barco en el puerto de Amarathine la gente empezo a acercarse a nostros en busca de ayuda

-Porfavor Comandante, mi familia esta en la ciudad. Alguien tiene que salvarla – dijo un aldeano.

-Porfavor calmaos mientras hablo con la guarda comandante. Me alegro que hayas llegado cuando lo has hecho pero me temo que no se puede hacer mucho – les respondio el alguazil.

-¿Que ha pasado?- pregunte.

-Hace un par de noches un enjambre de horribles criaturas salio de las profundidades de la ciudad. Extendieron su plaga destruyendolo todo a su paso, al amanecer los otros engendros tenebrosos atacaron tambien. Es demasiado tarde hemos perdido Amaranthine. -

-Podemos recuperar la Ciudad-

-Puede que sus edificios sigan ahi, pero quedaran muy pocos supervivientes. Su corrupcion es tan violenta. Al menos una cuarta parte de la poblacion sucumbio al final del primer dia -

-Alguacil se aproxima un engendro tenebroso. Viene solo – dijo un soldado.

-Arqueros. Abatidlo-

-Paz nada de matar solo hablar- dijo el engendro - El Arquitecto tiene un mensaje para la guarda gris.

-El ejercito de la madre se acerca al Alcazar. Ella atacara ahora, el Arquitecto enviarme para advertir. Tu debes salvar tu fortaleza luego acabar con la madre en su guarida –

-¿Por que el Arquitecto viene a advertirnos? - pregunto Nate.

-Los Guardas son importantes para el Arquitecto. La Madre ella lo sabe-

-Si nos marchanos ahora puede que lleguemos al Alcazar a tiempo- dijo Ethan.

-¿Que pasa con los engendros de aqui? – pregunto el alguazil.

-Pronto ellos tambien iran al Alcazar la Madre quiere su absoluta destruccion-

-El engendro tienen razon no podemos irnos con un ejercito pisandonos los talones. El alguacil dice que la ciudad esta perdida. Propongo que la destruyamos. Quememosla con todos los engendros dentro – nos dijo Ethan.

La cara de horror que puse debio ser considerable por Ethan se sonrojo.

-No voy abandonar a esa gente ni a Anders-

-Ya la hemos perdido la ciudad. No podemos perder tambien el Alcazar-

-Mi decision es firme. El Alcazar tiene sus murallas, Amarathine solo a nosotros. Ninguno de vostros estubo en Denerim durante la ultima batalla, no voy a dejar que vuelva a ocurrir-

-No...¡Si te quedas, la madre conseguira lo que quiere!-

-Si nos ayudas, sere clemente contigo- le dije al engendro.

-Ire ¡Hare lo que me pides guarda!-

-Los engendros son incapaces de organizarse solos. Han de tener algun tipo de guia. Si lo eliminamos los soldados pueden dedicarse a buscar supervivientes- dijo Ethan.

-Que tengas suerte y que el Hacerdor vele por nosotros.- nos dijo el alguacil mientras entrabamos en la Ciudad.

Encontramos a Anders en la Capilla por ironico que fuera. La capilla tenia fuertes muros que protegerian a los supervivientes.

-Anders me alegro tanto de verte- le dije a mi amigo.

-Yo tambien, hemos resistido como hemos podido pero poca cosa hemos podido hacer eran muy numerosos-

-Vamos acabar con ellos y luego iremos a por la madre-

La batalla de Amarathine fue brutal y las bajas considerables pero al final despues de muchos esfuerzos acabamos con cada engendro tenebrosos de la Ciudad.

-Comandante los engendros de retiran- dijo el alguacil.

-¿Se sabe algo del Alcazar?-

-No hemos oido mucho pero no es bueno. El mensagero del Arquitecto nos ha indicado como llegar a la guarida de la Madre. Debemos perseguirla – dijo Ethan- ¿Que debemos hacer con el mensajero?

-Dejadlo libre-

-¿Que? –pregunto Anders.

-Es capaz de razonar y nos ha ayudado, no voy a matarlo por muy engendro que sea -

-Esta bien lo liberaremos.-

Ahora nuestro deber era ir hacia los Yermos del Dragon donde el mensajero del Arquitecto nos había indicado que estaba la guardia de madre. No podíamos hacer otra cosa que seguir adelante como ya había hecho durante dieciocho meses cuando Alistair y yo combatimos la Ruina, si pensábamos tan solo un instante en lo que podría haber ocurrido en el Alcázar podíamos desmoronarnos y no nos lo podíamos permitir.

Victoria a cualquier precio.

Esta es mi historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora