Capítulo 39: Un pacto en la negra noche.

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Después de una cena ligera Riohdan nos convocó a sus aposentos a Alistair y a mí.

-Bien no demos muchos rodeos al tema – dijo el viejo guarda – tengo que contaros algo que creo que Duncan nunca os revelo. Hay un motivo por el cual solo un Guarda Gris puede acabar con la Ruina.

-¿Tiene que ver con la corrupción verdad? – pregunte.

-Así es, cuando un Guarda asesta el golpe final al Archidemonio el alma corrupta de ese traspasa al cuerpo del Guarda y ambas almas son destruidas, de otra forma poseería otro engendro tenebroso y la Ruina continuaría - Riohdan debió ver el estado de shock en qué quedamos Alistair y yo como la confirmación de que se nos había ocultado esa información – Como Guarda más antiguo yo daré el golpe final.

- Siempre he sabido que esto acabara así – dije con un hilo de voz.

-Ahora id a descansar mañana tenemos una gran marcha por delante y la tarea que nos espera cuando lleguemos a Denerim no es menos ardua –

Alistair se fue hacia su habitación sin mediar palabra.

Al llegar yo a la mía me encontré con Morrigan que me esperaba en su interior.

-Morrigan ¿Ocurre algo? – pregunte extrañada.

-No es a mí a quien le va ocurrir mi querida amiga-

-¿Qué me ocultas? – pregunte recelosa.

-Se por qué se necesita un Guarda Gris para terminar con la Ruina siempre lo he sabido y ese fue el motivo por el cual Flemeth me envió con vosotros –

-¿Siempre lo has sabido? –

-Sí, pero no es necesario que mueras ni que tu querido templario se sacrifique por ti, que lo hará créeme – dijo con tono preocupado – podemos hacer un ritual no te voy a negar de ahí saldrá un niño el cual albergara la alma sin corromper del Antiguo Dios.

-¿Espera quieres acostarte con Alistair para soltar al mundo un niño con alma de Dios? – Pregunte claramente ofendida - ¿Te has vuelto loca? ¡Qué clase de garantías tienes! No...no pienso acceder prefiero morir antes que saber que hay una probabilidad de condenar al mundo por mi acto egoísta.

-Está bien respeto tu decisión pero no esperes que me quede a ver cómo te consumes –

-¿Entonces te vas? Ahí tu amistad claramente por capricho –

-¡Yo no quiero que mueras! – me grito.

-Claro y engendrar un hijo con el poder de un dios ¿es el precio que debo pagar no? –Le dije mirándola a los ojos – lo siento Morrigan pero no, ahora por favor si tienes que irte hazlo rápido lo que nos espera a partir de mañana no será fácil y tengo que descansar.

La bruja de la espesura que había sido mi amiga a lo largo de esos meses salió por la puerta con cara melancólica, realmente sentía hacer todo aquello o simplemente era su estratagema para intentar cambiar mi opinión.

Cerré la puerta tras ella y me metí en la cama pensando las decisiones que debía tomar por si Riohdan fallaba...no podía permitir que Alistair se sacrificara, Ferelden necesitaba estabilidad y yo era prescindible, así que decidí hacer lo único que se me ocurrió pactar con mis amigos más fieles que pasara lo que pasara Alistair nunca se acercara a dar el último golpe.

Espere todo el rato que pude despierta a que Alistair irrumpiera en mi habitación como cada noche pero supuse que estaría concretando los últimos detalles con Arl Eamon y por supuesto yo no había sido invitada.

Dormí todo lo que las pesadillas de los engendros tenebrosos sabiendo que al alba se libraría la batalla por el destino de toda Thedas.

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