Capítulo 34: ¿Al rescate de una Reina?

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A la mañana siguiente desperté con Alistair en mi cama ¿Cuándo había venido a dormir? No podía recordarlo, su rostro reflejaba paz y tranquilidad parecía como si estuviera durmiendo muy a gusto. Entonces una sirvienta de Arl Eamon entro en la habitación sin previo aviso.

-El Arl me ha mandado buscaros – dijo ella claramente avergonzada – pide que os presentéis ante él.

Me vestí sin hacer ruido y me dirigí al despacho del Arl.

-¡Ah! Guarda espero que te hayas puesto cómoda – le dijo.

-¿En qué puedo serviros? –

Luego me señalo a la elfa que tenía a su lado.

-Esta es Erlina – me dijo.

-Soy la doncella personal de la Reina – me conto ella – Me ha enviado a pediros ayuda.

-¿Por qué nos pide ayuda? –

-La Reina está en una posición difícil. Ella amaba a su marido – me dijo poniendo énfasis en la palabra marido – Y confiaba en que su pare lo protegiera. Al ver que el regresaba sin su rey empezaron a circular rumores negativos ¿Qué podría hacer ella?

-Mmm ¿no se plantar cara buscar la verdad? – dije con ironía.

-Ella se preocupaba, como es natural. Pero cuando intenta hablar con su padre él no le responde y cuando lo hace solo dice "que no debe preocuparse" –

-Aún sigo sin ver donde entra aquí nuestra "ayuda" –

-¿Estás diciendo que la Reina cree que Loghain ha matado a Cailan? - le pregunte – ¿eso lo ha pensado ella solita o ha tenido ayuda?

-Mi reina sospecha que no puede fiarse de su padre – me respondió – Y Loghain es muy sutil pero Rendon Howe no, así que la reina acude a él. Una visita de su majestad al nuevo Arl de Denerim es simple cortesía. Ella le exige respuestas.

-Supongo que no ha ido demasiado bien –

-Puede que ahora crean que es una amenaza para el trono de su padre – nos confesó – Creo que...que su vida está en peligro. He oído decir a Howe que sería mejor aliada muerta que viva. Sobre todo si puede culpar de ello a Arl Eamon.

-Dame una buena razón para creer esta absurda historia – le dije en tono amenazador, sabia por experiencia propia que Anora no era precisamente una princesita desvalida, tenía carácter y quería el trono a cualquier precio.

-No tenemos más remedio que confiar en Anora – intervino Arl Eamon – La Reina es muy querida. Si Loghain consigue culparme de su muerte...No estoy seguro que debamos correr el riesgo.

-¿Y por qué deberíamos confiar en ella? – Pregunte – podría ser una trampa.

-No tenéis alternativa – respondió Erlina – tengo unos uniformes, para ayudaros a entrar en casa de Howe. El Arl contrata tantos soldados nuevos cada día que unos cuantos más pasaran desapercibidos. Puedo llevaros por la entrada de los criados. Debemos entrar y salir con mi señora sin que se den cuenta. Yo me adelantare a y os esperare en la casa de Howe no os demoréis.

No me gustaba nada esa situación la reina podía traicionarnos en cualquier momento conocía muy bien a Anora y sabía perfectamente lo ruin que podía ser para conseguir sus objetivos, pero no nos quedaba más remedio.

-Me pondré a ello inmediatamente –

Erlina se fue en cuanto termino de contarnos todo aquello.

-Guarda espera – me dijo Arl Eamon.

-Hace falta que me llaméis Guarda todo el tiempo, sabéis mi nombre perfectamente Arl Eamon – me queje.

-¿No es lo que sois una Guarda Gris? –

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