¿Hay algo peor que tener que preparar la boda de tu padre con su nueva mujer?
Sí.
Tener que hacerlo junto con el idiota de su hijo.
Esta historia contiene escenas maduras.
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"Solté un pequeño jadeo y pude notar el atisbo de una sonrisa en sus l...
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LISTA DE TAREAS PARA LA BODA
- Elaborar lista de invitadosBuscar trajes
- Elegir la paleta de colores y decoración, las flores.
- Mesa de chucheríasPhotocallPreparar las invitaciones
- Contratar músicaReservar hotel para invitados
- Encargar detalles para los invitados
- Prueba de peinados y vestidoProbar el menú
- Equipo de limpiezaSelección de canciones para la música
1 mes antes:
- Llamar para confirmar con proveedores
- Confirmar asistencia todos los invitados
Copie la lista desde el ordenador, la pegué en mensajes del WhatsApp y di a enviar.
Alex podía ser un gilipollas total, pero al menos se preocuparía por la boda de su madre, ¿no?
¿NO?
No.
Quien es imbécil en el día a día, lo es siempre.
Por eso cuando dejé la taza de café del desayuno en la pileta, después de que Anna y mi padre se fueran a trabajar y tras no escuchar ningún rastro de Alex, me animé a caminar de regreso hacia nuestras habitaciones.
Su puerta estaba cerrada, y era una que mantenía lejos. Nunca llamaba. Nunca la abría.
Él era el universitario responsable y yo la alocada adolescente.
Tragué saliva y cerré la mano en un puño, directa a llamar su atención. Él sabía que mi padre y su madre no estaban en casa, así que estaba bastante segura de que tendría una chica durmiendo en su cama.
Le daría una oportunidad de ser una persona respetuosa.
Al menos una.
Así que golpeé su puerta dos veces.
—¿Hola?
Silencio.
¿Siendo sincera? Me lo esperaba.
—Alex, ¿estás ahí?
Me sentí un poco tonta llamándole sin haber obtenido respuesta previamente. Volví a golpear la puerta, esta vez con más fuerza. Más valía ser precavida.
Pero el silencio fue la única respuesta que recibí.
Puede que no esté...
O puede que te esté ignorando. ¡Abre la puerta y despiértalo!
¿Y si no está?
Bah, seguro que sí que está. Además, ¿por qué querrías entrar en su habitación cuando no hay nadie en casa? Tú no eres una cotilla, Carla Stuart. Tú solo eres atenta con todo lo que te rodea.
