Estaba en una nube.
En una puta nube.
Si alguien me decía que mi vida en aquel momento era un sueño, me lo creía. De verdad que lo hacía.
Estaba saliendo con el chico más malditamente guapo del mundo.
¿Qué era en secreto?
Bueno, las mejores cosas venían en tamaños ocultos.
O quizás no era así la frase... pero no me importaba.
Solo sabía una cosa: Alex me hacía malditamente feliz. No pedía nada a cambio más que verme sonreír y eso me hacía ampliamente afortunada.
—¿Y cuándo se lo dirás a las demás?
Arrugué la nariz de un feo gesto mientras caminaba con Heejin a través de los pasillos del instituto.
Linda pero impertinente pregunta.
—¿Cuándo le dirás tú a todos que tienes algo con Ezra?
Su ceño se frunció y ahí supe que había ganado. Porque algún día sabría qué narices le había visto mi amiga a tal espécimen, pero... hoy no sería el día.
—Tengo muchos deberes, ¡nos vemos!
Y así fue como Heejin decidió que había tenido suficiente de mí y se perdió corriendo escaleras abajo, lejos de mí y del instituto.
Rodé los ojos y continué mi camino. Había venido caminando a clases por la mañana porque la primavera parecía instaurarse y hacía muy bueno. Planeaba regresar del mismo modo, bajo el tenue sol y las largas horas de luz, cuando un coche comenzó a pitar a mi lado, en el aparcamiento.
Me giré medio sobresaltada, pero no tardé en notar como una ventanilla se bajaba y el rostro de Alex aparecía desde el otro lado.
—¿Subes?
Preguntó.
La sonrisa de idiota se dibujó sola en la cara.
Bordeé el coche y me subí a su lado, y él esperó a moverse hasta que el cinturón hizo "click". Después de eso comenzó a hacer un camino fuera del instituto mientras yo le miraba con una sonrisa.
Al final lo notó.
—¿Qué? —dijo.
Al mirarme sus rizos bailaron.
Era guapísimo.
Solo pude sonreír.
—¿Qué te apetece hacer hoy? —Preguntó.
Comerte.
Pero creo que esa no era una respuesta válida. En su lugar mi encogí de hombros y miré hacia el frente en la carretera.
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Un Perfecto Desastre
Teen Fiction¿Hay algo peor que tener que preparar la boda de tu padre con su nueva mujer? Sí. Tener que hacerlo junto con el idiota de su hijo. Esta historia contiene escenas maduras. ****** "Solté un pequeño jadeo y pude notar el atisbo de una sonrisa en sus l...