Hola :)
Estaba viendo vídeos en mi teléfono cuando llegaron sus amigos. No parecían ser más de cuatro personas, pero eran sumamente ruidosas. Además pusieron la música a gran volumen y eso fue bastante molesto, aunque a Maki no parecía importarle.
Ya había empezado a oscurecer cuando el timbre comenzó a sonar, cada vez más a menudo, y el ruido de gente por la casa se hizo más notorio.
Mientras tanto yo estaba tumbada en la cama, con los ojos puestos en el techo y mortalmente aburrida. El día de mi cumpleaños.
—Quizás deba bajar un momento, ¿no crees, Maki? —Le pregunté, aunque él estaba hecho un ovillo en una esquina de mi cama y no hizo el más mínimo movimiento—. Solo para asegurarme de que todo va bien, porque si destrozan la casa es probable que yo también me la cargue.
Maki no contestó. Eso es que estaba de acuerdo.
Rodé hacia un lado de la cama, estirando mis articulaciones, y avancé hacia la puerta con decisión. En el último segundo, ya con la mano en el pomo, me arrepentí y fui hasta el pequeño espejo que había junto al armario. No estaba precisamente vestida para una fiesta.
Llevaba el pelo sujeto en una coleta alta y usaba unos pantalones de pijama con una camiseta de tirantes. Decidí que por lo menos cambiaría los pantalones por unos vaqueros cortos. Todavía hacía calor a pesar de la hora.
Decidí aplicar también una capa de máscara de pestañas que guardaba en el bolso, para darme un poco de seguridad. Me puse unas zapatillas de tela oscuras y esta vez sí salí de la habitación.
Caminé decidida hasta el final del pasillo y comencé a bajar las escaleras. Fue ahí cuando mi seguridad comenzó a debilitarse. El sonido de la música se estaba haciendo más fuerte, junto con el de las voces. Una pareja estaba dándose el lote en los primeros escalones y apenas me miraron cuando pasé a su lado.
Por lo demás, la planta baja estaba llena de gente. Me sorprendía no haber encontrado más arriba.
Todos parecían mayores que yo y no me sonaban de nada. Recordé que en alguna ocasión Anna había comentado que Alex no estudió en el instituto público, sino que lo habían mandado a un internado. Quizás eran compañeros de allí, o de la universidad.
Una chica casi me derrama el contenido de su vaso encima y pensé en lo horrible que sería de limpiar eso al día siguiente. La gente estaba en pequeños corrillos hablando, o más bien gritando por encima de la música. Algunos incluso habían invadido el sofá y estaban jugando a la nintendo.
No encontré a Alex hasta llegar a la cocina. Estaba apoyado contra la isla, con una cerveza en la mano y la otra sobre la cintura de una chica pelirroja muy guapa. Se estaban riendo de algo que un chico moreno, que estaba de espaldas, había dicho.
Pensé durante varios segundos si debía saludar, pero en seguida lo descarté. Alex y yo no éramos amigos, solo habíamos sido forzados a compartir su casa durante unos días.
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Un Perfecto Desastre
Roman pour Adolescents¿Hay algo peor que tener que preparar la boda de tu padre con su nueva mujer? Sí. Tener que hacerlo junto con el idiota de su hijo. Esta historia contiene escenas maduras. ****** "Solté un pequeño jadeo y pude notar el atisbo de una sonrisa en sus l...