Capítulo 2

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Dylan Paul.

No soporto la idea de levantarme y saber que mis hijos...

—¡JULIETA, VEN AQUÍ! —si otro día más en mi loca mansión, me tapó mis oídos con mi almohada, no los quiero escuchar, ¡es mi día de descanso!

—¡PAPÁ!— gritó mi hija, ambos se suben a mi cama y comienzan a saltar.

No hoy, por favor, no hoy, solo deseo descansar

Continúe haciéndo me el dormido —Papito, mira que Emanuel se hizo popo en los pantalones, solo por no soltar los videojuegos, ¡dile algo!, que asco, que mocoso más cochino tuviste

—Mocosa fastidiosa, no me dejaste ir al baño, te encerraste en ¡Mi baño!, egoísta —continúe debajo de mi almohada, tapando con fuerza mis oídos y cerré mis ojos, piensa en otra cosa.

—PAPÁ, EMA ES UN SUCIO Y A SUS 10 AÑOS —ella comienza a cantar, saltando en círculos, se seguía burlando de su hermano.

Me levanté irritado de mi cama —¡Ya basta los dos! Julieta, respeta a tu hermano y Emanuel, hijo, ¡hay más de diez baños en la casa!, ¡solo porque tu hermana estaba en tu baño no quisiste hacer en otro baño! —ambos comienzan a discutir, uno le jala el cabello a la otra y la otra le da una patada enviándolo al suelo. — ¡Vamos al parque de diversiones! —no sabía qué más hacer, me toco solucionarlo de este modo, y si, se que esta mal.

—Siiii ¡Siiiii, vamos! — ambos salen corriendo de mi habitación a gritos, empujándose uno con el otro.

—Madre, ¿tenemos collar de perro en casa? —mi madre se cruza de brazos, y se recuesta en el marco de la puerta pensando en mi petición.

—¿Como para que lo necesi…? No Dylan The Paul ¡¡En serio estás pensando sacar a tus hijos como si fueran...!! —ella chasquea la lengua — Eres increíble, yo te acompaño —le lanzó un beso en el aire, solo no podría salir con ambos, sino los puedo manejar en casa, imaginense en un lugar así de grande, y lleno de gente

¡Qué vergüenza me harían pasar!, maravillosa idea la mía tener que sacar a este par de... Niños adorables.

Los amo, pero su comportamiento no es muy bueno para sacarlos, siempre me hacen pasar vergüenza, trato de brindarles eso que pocas veces pude hacer cuando ella estaba con vida.

Es muy difícil, por lo menos descansaré el día de hoy, o al menos eso esperó yo.

Me coloco algo casual para esta salida, una polo blanca unos pantalones verde oscuro y unas vans negras, me coloco la cadena de oro que me regaló mi difunta esposa.

"Ella no te quería, Dylan" jamás olvidó las palabras de mi mejor amigo y primo, pero... Eso, no era verdad, ella tenía miles de detalles conmigo, ella me quería mucho, como yo a ella.

Solo que casi no tenía tiempo para estar juntos y ella lo entendía;  ser el único heredero, sustentar a la familia Paul es de mucho trabajo. Además, de que...

—¡Padre ya estamos listos! —pestañee varias veces, Emanuel estaba calmado. — La abuela nos suplico buen comportamiento  — bufa, yo bufé, ambos miramos hacia otro lado. —¿Cuándo volvamos a nuestra casa? —pregunto mi hijo. Siempre toca el tema  de la casa en la que antes vivíamos en familia, ahora ya queda difícil volver, por que...

—La Vendí — lo mire de reojo, él frunce el ceño, creo que no le ha gustado la idea, pero él ahora es un niño. No comprende la situación en la que estamos viviendo. En las situaciones que debe pasar un adulto.

Con dos hijos solo.

Además, siempre se han comportado así, sólo que... No tan desenfrenados, creo que al no ver a su madre y a mi en casa, los vuelve un poco... Hiperactivos

Una niñera para mis Hijos © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora