Capítulo 5

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Camila O'kelli

—Camila, ya acabamos con nuestras tareas —ambos niños me muestran sus cuadernos, les reviso las actividades y estaban muy bien realizadas, algún que otro error, pero en poco estará corregido, cierro los cuadernos y pido que guarden bien sus materiales.

Al rato regresan los dos muy emocionados, los mire esperando que me van a pedir —Cami, vamos a la alberca, hace rato que no nadamos.

Asentí emocionada, hace rato que no nado. Los tres nos fuimos a cambiar; fui a la que sería mi habitación y me puse mi traje de baño, opten por el negro, solo pude empacar dos, no me iba a encartar con tanta ropa.

Mi traje de baño es de tres piezas, bastante sencillo pero muy lindo, me lo había regalado Sussy en mi cumpleaños número 20.

Me puse un short y salí así a ver a los niños, ellos ya estaban listos; los tres nos dirigimos a la piscina, estaba totalmente limpia y reluciente, los niños corren a las duchas y después se lanzan a la piscina a gritos y comienzan hacer carreras, sonreí divertida, me duche e ingrese a la piscina.

Comencé a nadar con ellos, hicimos carreras, jugamos a unirnos, Emanuel algunas veces ahogaba a su hermana y me toca a sacarlo de la piscina, después lo dejaba ingresar con el compromiso de no volverlo hacer

Pasadas dos horas salimos de la piscina, había traído el shampo de los dos y los bañé de una vez  afuera.

Ya se esta anocheciendo.

......

Dylan Paul

Aquella imagen jamás se me quitara de la cabeza, mis hijos reían y jugaban, y era por ella...

La señorita O'kelli  disfruta estar con mis hijos, es como si ella fuera su verdadera... Madre.
Ella es más expresiva con ellos. Lo que no fue Emily con los niños; se estaban divirtiendo como si no hubiera un mañana. Mire que ellos comienzan a salir de la piscina, por inercia sonreí, verlos así de alegres me llena de amor, hace rato que no escuchaba esas risas sinceras de Emanuel y Julieta.

Al ver que su niñera  sale de la alberca  y comienza a mover su cabello de un lado a otro, me deja impresionado, para ser una niña estaba muy desarrollada. Ella tiene su cuerpo en un punto exacto. En el punto que cualquier hombre desearía tener a su lado, no puedo negar que esa jovencita es muy guapa.

Además, que no parece una chica común y corriendo, o es lo que trata de aparentar, es muy educada, además,  su comportamiento, sus posturas, se ve que la han obligado a hacer  muchas cosas que debe hacer una chica de mi sociedad, lo se por que así fueron educadas  mis hermanas. Pero mi hija...

Ella no se ha dejado, bueno, nadie ha podido dominarla. Pero creo que la señorita O'kelli si lo logrará.

Respiro profundo, miró que ingresan a la casa, terminó de acomodarme y salgo de mi habitación; hace rato que no llegó temprano a casa, aunque sólo vine a arreglarme.

Ya van hacer las siete de la noche. Creo que a ella le gusta extenderse con los niños y su  loca diversión. Baje las escaleras bastante relajado, los tres venían corriendo. Ella se incorpora y me deja ver todo su cuerpo, lo radiante y joven cuerpo que posee, sus senos estaban en su lugar, se ve que se cuida muy bien, debe gustarle el ejercicio.

Ella todavía no me ha notado, pero yo si la he notado muy bien. Esta mujer para cualquier hombre seria un calvario.

Carraspeo mi garganta para llamar su atención, los tres se detienen, ella se sonroja y cruza su mano por sus senos, creo que ha notado mi mirada, pero no la he mirado en sentido perverso como lo harían  mis primos con otras mujeres,  ni tampoco falte el respeto, si mire, con disimulo, soy hombre al fin y al cabo, pero no más.

Una niñera para mis Hijos © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora