Camila O'kelli.
Había dejado ya a los niños en su respectivo cuarto, nos terminamos acostando tarde. Habíamos cenado, vimos la película, pero esta vez con toda la familia en la sala.
Suspiré con cansancio; Julieta me terminó metiendo en la tina con ella, había terminado toda mojada, me medio seque con la toalla y corrí a cambiarme para después hacerla dormir.
Pero en el transcurso del camino, de la habitación de los niños a la mía, había chocado con el señor Paul, que no dejaba de estar enojado conmigo sin yo misma saber el motivo de su enojo.
Y para colmo...
Mi ropa la tenía muy pegada a mi cuerpo, y el frío que hace dentro de la casa por el aire acondicionado, me tenía los pezones erectos. Vi la reacción de él, ¡lo vi muy bien! Y después volteo su mirada, tosió y se fue.
¡Se fue!.
Tenía mucha vergüenza con él, jamás quise salir así, y se que es un hombre pero... ¡Su hija fue la culpable!.
Al fin paz, dulce paz.
Camine por todo el corredor. Baje las escaleras e ingrese a la cocina, tenía mucha sed, bebí un poco de agua fría.
—Hija, ¿todo bien? —pegue un brinco, ella ríe —Lo siento, no fue mi intención asustarte, es solo que te noto muy tensa.
—No señora, estoy bien. Solo es que... Todo ha sido muy raro, Emanuel esta enojado conmigo, por que me vieron con alguien, debo suponer que hablan de mi vecino, es un joven que me pidió clases de lenguaje y arte, decidí dárselas los fines de semana, pero solo por ese detalle, ambos me miran mal. Piensa que dejare el cuidado de los niños a un lado… —seguía hablando hasta que ella me detuvo.
—¿Ambos? —asentí —¿Osea mis nietos?
—No, el señor Paul y Ema — ella abre sus ojos y después frunce el ceño.
—Quién sabe por qué se comportan así, sus motivos tendrán —sonreí y asentí —, pero no te debes poner triste por ello, los niños te quieren eso jamás lo olvides y todos nosotros también te queremos, y mucho
—Es solo que... Me da miedo entregarme tanto a ustedes y no poderlos soltar jamás. Se que eso no debe ser así, pero... No sé cómo expresarlo. —reí nerviosa. Ella me abraza.
—Hija tranquila, no pasará nada.
—Con él, jamás se sabe. — ella se separa de mí, levanta una ceja y me mira —Nada, no me escuche, muchas gracias, ahora me iré a dormir. Ya estoy mejor.
Bueno, no del todo.
....
Cada vez todo es más confuso, no puedo explicar esta sensación de miedo tan profundo que cubre mi corazón, no me quiero apartar de ellos, aunque no quería estar rodeada nuevamente de personas con este estilo de vida.
Quería tener una vida normal, aunque fuese difícil.
La señora Sofia me había pasado un sobre antes de dormir, me dijo que lo leyera aquí en mi cuarto, y que después lo hablaríamos.
Enciendo mi lámpara de noche. Me coloco mis lentes, cosa que nadie sabe que manejo, me había dañado la vista de tanto leer en las noches, mi familia no me daba el tiempo libre para leer, por lo menos tuve las clases de arte.
Pero el resto de mi tiempo era para educación, deportes y más educación.
Amor... No es algo que mi familia conozca
ESTÁS LEYENDO
Una niñera para mis Hijos © ®
Roman pour AdolescentsLa vida da muchas vueltas, simplemente este es nuestro destino. Tú iluminas la vida de todos. No me dejes. Necesito una niñera para mis hijos; ya no sé cómo lidiar con nuestras vidas ¡Todo se me está saliendo de control! Todo se va desmoronando a p...