Capítulo 33

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Dylan Paul

La noche callo, todos estamos cenando; mire una y otra vez a Camila, pero ella solo movía su comida con su tenedor, estaba muy sumergida en sus pensamientos.

—Camila, ¿qué te gusta hacer? — ella seguía sin prestar atención — Eso es algo muy común de ti, Camila — ella levanta la mirada, todos la estábamos mirando, ella se sonroja, sonreí de medio lado, cuanto extrañe aquellos sonrojos tan propios de ella.

Se ve encantadora.

—Disculpa, yo no te preste atención — lo dice un poco apenada, todos sonrieron.

—No te preocupes, ¿quieres algo de comer? Algo diferente —ella mira su plato y después mira a mi madre, niega entre ¿Lágrimas? — No hija, no llores, no te preocupes si no quieres nada, te entendemos, es un cambio fuerte para ti y el niño.

—No es eso... —abrí mis ojos, se levanta de la mesa, todos la miramos —No es eso... —empuña sus manos, creo que ella lo dirá… — Lo siento, siento mucho haberte hecho sufrir Dylan, no tengo palabras para esto, y menos con Damian, pero.. —ella sonríe entre lágrimas —¡Todo puede cambiar! ¿Verdad?, se que él no.. Maldición —me levanté de la mesa para alcanzarla y abrazarla, quiero darle fuerzas, pero mi hija me detiene, Julieta se levanta para consolarla —, les quiero contar que… ¡Seremos papás nuevamente! —ella se tapa la boca, le sonreí con cariño.

Mi madre me mira, todos me miran, yo me mire. Julieta la abraza entre lágrimas, Emanuel se para y toma a Damian en sus manos, y abrazan a su madre, Camila continua abrumada con todo ésto, de razon esta tan vulnerable.

Este momento que vivimos no tiene palabras, solo es un momento alegre en nuestras vidas, una turbulencia más que comienza a ceder, por ahora.

—Yo, yo... —mi madre y mi padre se acercan a mi, Julieta no dejaba de llorar y Lauren, él solo miraba serio a la nada.

—Damian, es mi hijo y ahora estamos esperando nuestro cuarto bebe. —les termine de explicar.

—¿Cuándo pasó? Mejor dicho, fue cuando ella.. —mi madre está muy emocionada.

—Si, eso fue cuando vine a Francia, jamás pensé que pasaría algo así, de hecho con nadie  me había acostado, bueno, sabía que Damian no fue creado por obra y gracia del Espíritu Santo, leo mucho.. Y Dylan... Sentía deseos de él. —abrí mis ojos. Gran explicación, muy concreta quizás.

Camila es increíblemente asombrosa, delante de todos como va ser tan honesta, reí nervioso, mis primos me jodieron toda la noche con ésto.

Maldición, ahora piensan que me aproveche de su pérdida de memoria, aunque al principio si lo deseaba hacer, pero...

Estaba herido por todo, y ahora... Las cosas son diferentes. Seré padre nuevamente y está vez ella está aquí, enfrentando este destino que sólo se ha encaprichado con su vida.

—¡Felicitaciones! —todos salen del silencio que ella ha generado, No era un silencio malo, era más de suspenso, esperando las reacciones de todos, nadie se esperaba esta respuesta, ni yo para ser sincero.

—¿Estás cansada, Cami? —mi hija le sonríe, Camila la abraza

—Esta vez correspondo tu abrazo, gracias.. —y llora, Julieta la tomó junto con Emanuel a un lado, Damian se les hace al frente tratando de comprender todo lo que estaba pasando, muchas veces ni uno mismo comprende la realidad en la que vive.

Esto es un rompe cabezas. Pero al final, todos saben parte de la verdad.

.....

Camila Walsh O'kelli

Una niñera para mis Hijos © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora