Camila O'kelli
Ya era tarde, nuestras piernas seguían entrelazadas, ambos coqueteábamos, reíamos y nos hacíamos cosquillas, parece mentira que ahora viviré aquí, y con él, esto me hace sentir como tener una pareja matrimonial.
No lo creo, pero siento que estamos viviendo esto muy rápido, aunque no importa. Debemos vivirlo como si no hubiera un mañana, no sabes si despertemos o mueras al salir de casa. Muchas cosas pueden pasar.
—¿Tienes hambre? —asenti.
—Debemos volver a la mansión, los niños me deben...
Me besa dulcemente —Ya lo sé. Vamos a tomar una ducha — me mira con picardía, reí — Una sexy y candente ducha, nos arreglamos y salimos a cenar, después llegamos a la mansión.
—¿Y si nos ven?
—No pasará nada, diremos que te encontré por casualidad en la entrada.
—¡No has ido a casa! Gran casualidad —le regañe
—¿Y quién te dice que no? Yo he ido, solo que no te das cuenta.
—Tocará creerte —él me tomó entre sus brazos, creo que vivir con él la ropa será algo que no existirá, mantenemos más desnudos que vestidos.
Nos metimos a la tina, y jugamos con el jabón, tuvimos sexo varias veces, fue increíblemente delicioso, mi cuerpo desea cada vez más, desea ser tocado por sus manos, desea ser extasiado por su ser.
Mi vida creo que ya le pertenece a él, y tan solo ha sido poco tiempo, no imagino si es más.
—Camila, te amo.
—¡Y yo a ti! —nos dimos un suave beso y salimos de la tina, nos vestimos, jugamos, y después salimos del apartamento, camine hacia el nuevo hogar de Sussy, ella ya había comido, pero no estaba, revise su cuarto, estaba tumbada descansando, bueno, mañana la llamaré y le preguntaré como sigue, espero que Sandra no le quite los ojos de encima.
......
Dylan Paul.
Ha sido el mejor de los fines de semana que he vivido hasta ahora.
Disfruté como un adolescente al lado de Camila, me sentí especial a su lado, me sentí querido de verdad a su lado, no sentí que ella me viera por el dinero, o por otra cosa, pueda que por el físico, aunque lo dudo. Ya que ella se mostró hostil al comienzo.
Eso fue lo que me enamoro.
Su radiante belleza ilumina mis días, y sin darme cuenta, nos hemos entregado sin pensar en las consecuencias, solo lo hicimos y el hecho ya estaba.
—Llegamos, amor — ella me mira y sonríe con cariño.
—Me gusta como suena eso, gracias por traerme devuelta a casa. —los niños estaban ansiosos en la entrada, al verla bajar corren hacia Camila y caen los tres al piso, sonrió, mis hijos quieren mucho a su niñera, a mi niñera, por que ella es completamente mía.
Soy su primer hombre en tocarla, amarla, desearla y quiero ser el único hombre en su vida.
—Madre. —ella me mira con una ceja arriba, suspira y me sonríe; creo que ya se dio cuenta, ella no es boba.
—No te preguntaré, por que casualmente traes a Camila, lo único que te diré, es que... —ella suspira —Eres adulto, y tienes más experiencia que ella, no la hieras, protege la, cuida de ella o yo te desheredo.
—¡Qué no se te olvide que soy tu hijo!, madre.
—Ya lo sé, pero tú también quedas advertido, hijo mío.
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Una niñera para mis Hijos © ®
Teen FictionLa vida da muchas vueltas, simplemente este es nuestro destino. Tú iluminas la vida de todos. No me dejes. Necesito una niñera para mis hijos; ya no sé cómo lidiar con nuestras vidas ¡Todo se me está saliendo de control! Todo se va desmoronando a p...