Una niñera para mis Hijos © ®

Capítulo 28

Dylan Paul

Mis hijos están de vacaciones y yo aquí firmando documentos. Un pez gordo vendrá y no es cualquiera, viene a quitar máscaras es lo único que supe.

Miró el equilibrio de las empresas, los Walsh vuelven a tomar delantera, están más lejos de lo normal, alguien mueve muy bien sus fichas.

Me llega un correo, lo abrí y leo. Tengo una cita, la empresa Morgan y Ferrer, tenemos junta de asociados. Que grata sorpresa, ellos no son de hacer juntas, solo si algo muy fuerte se presenta. Abrí mis ojos.

¿Mañana?

Que rápido, algo muy malo debe estar pasando. Tomo mis cosas y salí de la empresa, debía ver a mis hijos, hoy no llegaré al departamento con Ana, ella debe quedarse con su padre o que duerma sola.

Ya se está acabando el plazo del contrato, aunque ahora una separación no caería bien para nadie.

Perjudicaría mi desempeño y logros que he obtenido hasta ahora con mis empresas.
Debo continuar hasta lograr mi cometido, mi venganza contra los Walsh, debo verlos hundidos, sufriendo el mismo dolor que me han ocasionado.

—Hijo, ¡ya estás en casa! — mi madre me mira preocupado, arqueo una ceja

—¿Qué pasa? ¿Los niños están bien? —ella asienta, y me toma de las manos.

—Ven, siéntate, hablemos un poco —me desespera que ella se comporte así, así que no me moveré de mi lugar hasta que ella hable—, hijo, Camila está aquí en París —abrí mis ojos, dejé de mirar a mi madre, preferí mirar unas fotos de la entrada —No nos recuerda —paso mi mano por mi cara — Nos la encontramos en el parque, estaba muy asustada, los niños la vieron, bueno, Emanuel chocó contra ella y la reconocieron, ¡es ella!  Aunque su apariencia ha cambiado mucho, es una mujer más hermosa de lo normal, pero... No nos recuerda, no sabe nada, ella estaba muy herida, decía que lo sentía, que ella no sabía quienes éramos

—Mamá, está actuando, ellos son expertos.

—¡Basta Dylan!, se que le pasa algo, mírame —ella me tomó de las mejillas —¡Debes ayudarla! Lo que  va comenzar hacer es por órdenes de Walsh, ella no sabe lo que hace, solo… Le deben estar  creando un mundo en el cual ella siempre ha odiado, hijo, no la buscaste antes, ahora es tiempo, es momento de que le ayudes.

—¿En qué parque la encontraste? —mi madre sonríe en medio de lágrimas, debía de verlo con mis ojos, así ella no esté, iré hasta encontrarla y ver que si es ella.

—No te preocupes por los niños. Ya están durmiendo, el impacto fue fuerte para ellos. —asentí y salí de la mansión, tal vez, solo tal vez, la vea allí en aquel lugar.

......

Camine por horas pero, no vi nada, creo que ella no volverá, al verlos a ellos y después de todo lo que dijo mi madre, dudo que ella vuelva a pasar por aquí.

A lo lejos veo un hombre que al parecer acechaba a alguien, una chica muy hermosa que estaba trotando, tenía música en sus oídos y como que es distraída, ya que  no se da cuenta de que un hombre detrás suyo, tramando algo, lo ignora; los jóvenes de hoy en día por que no se dan cuenta del peligro que pasan cuando están tan sumergidos en esas cosas.

Me levante, camine tranquilo sin que sepa que me di cuenta, la chica ya iba a pasar por aquí hasta que me tropiezo con ella, es la única manera de arreglar las cosas

Solo salvo a esa pobre chica de ser raptada, o violada por ese sujeto.

—¡Carajo!, otra vez me pasan estas cosas — ella suelta el aire, y me mira, su mirada se pierde en la mía, es ella, ¡es ella!. Mire al hombre que se hacía que miraba el lago