Capítulo 44

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Camila Paul

Al llegar a casa, Sofia ya no estaba, me di un golpe en la frente, creo que ella ya se había ido, tenía a Dylan en mi sala; jamás había ingresado a esta casa, por que no se lo he permitido, hasta hoy.

Lo mire con disimulo desde mi cocina, él miraba todo con una sonrisa.

—Sabes, siempre he querido algo así para nosotros, me gusta esta nueva tu.

—Gracias, creo — le doy un vaso de jugo, se que le gusta mucho el jugo de moras, así que...

Sus ojos se iluminan, es como un niño pequeño disfrutando de cosas mínimas.

—Te extraño, los extraño —carraspeo mi garganta.

—Ya que tu madre no está aquí, no te tomaré mucho tiempo, hablemos ya para que vayas con tu madre lo mas rápido posible —le cambio el tema, él suspira, asiente y deja en la mesa el vaso, ya vacío — Tengo que decirte algo muy importante...

—Soy todo oidos, Camila — me levanté de mi puesto y caminé hasta donde estaba  él sentado, me siento a su lado, tomó sus manos, él se sorprende.

—Se que estamos pasando por un momento difícil, y se que tu tratas de que eso no nos afecte tanto, cosa que te agradezco mucho, pero… —él asienta —Dylan, esto no lo puedo ocultar, después saldrá a la luz —tome aire y lo solté —, estoy embarazada, nuevamente y es de ti, claramente —él tose varias veces, arquee una ceja —¿Qué paso?.

—Siempre hablas tan directa, siempre has sido tu — la sala se llena de un fuerte silencio, momentos después ya lo tenía encima mío con un abrazo bastante fuerte, me paralice por completo —¡Gracias!

Negué, sonreí y también lo abracé, creo que ya nos hemos llenado de muchos niños, y este será el último.

La fábrica se cierra.

—Camila se que esto no va con el momento, pero… —él se separa de mí y me mira a los ojos —Me haces nuevamente el hombre más feliz de la faz de la tierra, te amo.

Abrí mis ojos, sus labios ya estaban en los míos, poco a poco fui cerrando estos y correspondiendo su beso, ya caí.

Por qué él tiene que ser así, guapo, tierno, cariñoso y guapo.

Lo aleje con mi poca fuerza y negué — No Dylan Paul, te pido que no lo hagas, no hagas esto más duro para mí —comencé a llorar —Quiero que mi embarazo esté bien, no quiero mas dolores, Mili sufrió por que no me cuide, por favor Dylan, no me hieras más.

Él se aleja de mi, minutos después la casa quedó en silencio, él se había ido, trato de controlarme por no llorar, pero no podía esta situación me duele, me mata, me quema, llore con fuerza, quiero llorar con fuerza por última vez y concentrarme en cuidar a mi pequeño bebé.

Mi familia crece y sus padres cada vez están peor que  el comienzo.

....

Dylan Paul

Mi vida es un infierno, pero mis hijos lo apasasiguan un poco.

Camila me evita de mil maneras, por más que me trato de acercar me y reparar esta estúpida situación que yo mismo cree, ella más se aleja.

Mi trabajo me sumerge algunas veces, Alex y Frank estaban más serios de lo normal, creo que ellos ya  se dieron cuenta de la situación, puesto que no soy bueno hablando de mis cosas

Pero si sus novias.

El que todos se enteren de la resurrección de Emily y la odien como lo hago yo, era lo de menos, aquí lo importante es hacer que ella abandone mis empresas, de haberlo sabido yo no...

Una niñera para mis Hijos © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora