Capítulo 26

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Dylan Paul

Qué días los míos, no puedo soportar más esta carga, enloqueceré un día de estos.

—Señor Paul, tiene visita, es muy importante —si me había dado cuenta, muchas personas con trajes de color negro, eso quiere decir que es muy importante y que su vida peligra si esta aquí.

Ingrese a la sala de juntas. Mis primos estaban sentados dentro de esta — Buenos días.

—¡Siendo el jefe debería ser el primero! La diferencia de potencial es grande. Tu eres su imagen.

—¡Ellos también son dueños!, además. Esto no le concierne. No tengo por qué darle explicaciones a usted.

—Pero si esto… —leo el documento. Anulación de compromiso, ¿debía firmar esto?. Que ridiculez, ¿en qué época cree que vivimos? Viniendo de ese hombre y que viajará  desde i glatetra hasta aca, para esto, habla por si solo. — Lo que Camila te haya dicho, olvidado, dejemos las cosas claras, no te gustara meterte con nosotros. No se, como que a tu familia no le quedó muy claro la última vez, aaa y dile a Carlos que el hecho de volver, no le da derecho de acercarse a mi flor, no se lo permitiré. Ni de ti, ni de él. Aunque tu me lo ahorras, hasta ahora no la has buscado y no solo eso. ¡Te casarás! Gracias por crearle falsas esperanzas a Camila, de la que me ahorraste, te haces odiar fácilmente  —me lanza la revista —Vamos por buen camino. No destruiras mi legado. Lo protejo mucho.

—Una ave enjaulada, así es como te gusta tenerla, como si ella lo quisiera — él le da un golpe a la mesa. —A mi no me amenace, no funciona, digas lo que quiera, no me interesa

—No es así, solo tuvo su momento de capricho, tu lo fuiste y viceversa, mira. No demoraste, es una prueba más de que no eres el indicado para mi amada nieta.

Él iba a salir, pero lo detuve —¡No esté tan seguro de su futuro!

—¡Yo creo que sí!, espero que su familia salga de los problemas  ¡Ah!.. — se gira para mirarme —Tendré que desmentir este chiste de tan mal gusto, lo haces tu, o lo hago a mi modo. camila es mucho más poderosa que toda Francia, te lo dejo en la conciencia de lo que pueda suceder si no retiras todo lo dicho. Tu pais debe olvidar quién era Camila O'kelli, hasta que ella vuelva a la luz publica, pero con su verdadero apellido —él me sonríe con satisfacción —Camila Walsh

Se retira, cierro la puerta y coloco mi frente sobre esta — Dylan, debemos hacer algo, nuestros negocios comienzan a caer en picada y no solo eso... — seguía en mi misma posición, mi frente descansaba en la puerta con los ojos cerrados. — Si no solucionamos caeremos en bancarrota —suspira con cansancio —¡Otra vez!

Maldición.

......

Como olvidar lo que se vive con una sonrisa, ni yo mismo lo sé. No sé cómo he vivido todo este tiempo logrando no enloquecer.

Ha pasado un año desde la partida de Camila, Julieta seguía en coma. No soy capaz de desconectarla. Es mi bebé, debía ser fuerte, Emanuel seguía en Estados Unidos, todos los días hablamos, se fue a vivir con mi hermana Kristel, ya que ella tenía estudios por allá y también tiene una  vida por allá.

Mi hermana me cuenta que está mucho mejor, él la escucha y le hace caso, no ha traído problemas con nadie.

En dos días cumple sus doce años. Como pasa el tiempo, ya se me están creciendo.

—¡Señor! — ingresa mi secretaria bastante emocionada —Es del hospital. — ella se comunica de ese modo conmigo, ya entendía lo que me decía. Tomé mis cosas y salí rápido de la empresa. — Señor le llegó esto, dice que es urgente que lo vea.

Una niñera para mis Hijos © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora