Capítulo 17

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Dylan Paul

—¿Por qué te fuiste de Inglaterra?

—Es complicado, solo no quería seguir allá, no me gusta estar sometida. Mi familia es muy dura conmigo.

—Una vez te escuche que no quieres huir más, ¿de quién huyes? —ella niega.

—No más por favor, yo no quiero hablar de ello. —la abrazó y acarició su cabello

—Está bien, comprendo tu situación, espero que algún día me tengas confianza y me dejes ayudarte.

—Aceptaría la ayuda pero nadie puede, no contra él. — suspira, me da un tierno beso — Debo irme a descansar, mañana será otro día, debo llevar a los niños al colegio, además no quieren que nadie más les cocine,  que no sea yo.

—Yo te apoyo, descansa, nos vemos mañana.

Ella se levanta de la hamaca, me da un beso de despedida y se retira, estire mis piernas, me siento lleno, pleno de tener a esta mujer aquí conmigo, no necesite llevarla a la cama, una conversación como buenos amigos es la que vivimos, así poco a poco nos iremos conociendo, quisiera saber quién es en verdad.

Camila O'kelli

.....

Camila O'kelli

Había pasado un mes, y todo ha sido una locura, cada que podíamos nos escapabamos. Ultimadamente Dylan me recoge a la universidad, me lleva en la noche y después va por mi, los únicos días que no nos vemos es viernes y sábado; los  viernes salgo de la universidad a la casa; la señora Sofia me dijo que fuera así, ya que los sábados me tocaba madrugar y me daba tiempo de descansar.

A cambio de los domingos, regreso a la mansión con los niños, me cambió  el horario, los niños querían que yo estuviera en los días familiares.

Todo esta muy tranquilo y eso me gusta.

Al salir de la universidad, un compañero se me acerca, me saluda bastante amigable, era normal en el su comportamiento.

—¡Cami! ¿Cómo estás? ¿Qué harás ahora?. —preguntó mi amigo, encogí mis hombros

—No se que haré con mi amiga. — él me abraza — ¿Qué pasó, Luis?

—Es que eres tan frágil y pequeña, mi hermana menor. — reí divertida, desde que nos conocimos me dice lo mismo, su hermana menor. Él se especializa en niños, por eso algunas veces nos encontramos en nuestras clases, él se graduara de psicólogo infantil.

—Vamos Luis, ya debo irme a casa, me acompañas a la... —sentí una mano en mi brazo, quitando a Luis de mi cuerpo, mire quien era el que hacía este tipo de grosería, frunció mi ceño, al mirarlo me sorprendí, abrí mis ojos.

—Dylan... —susurré, él estaba con su entre ceño arrugado, suspiré y le sonreí —Hola, no sabia que...  —me da un beso.

—Vendría, quería sorprende pero el sorprendido fui yo — role mis ojos.

—¿En qué piensas? — él estaba un poco tenso. Pase mi mano por sus mejillas y lo bese — ¿Estás celoso?.

—¿Yo? ¡Para nada!, no soy un niño.

—¿Y quién ha dicho que lo eres?, simplemente dije que estás celoso — lo afirmó, él bufa. Reí divertida.

—Bueno…—lo había olvidado, interrumpe Luis— Nos vemos el miércoles, Cami — mira mal a Dylan, suspiré con fastidio y le sonreí.

—Claro Luis, hasta entonces. — después de ver que mi amigo se pierde de vista, revise la hora en mi reloj, ya eran las 7 pm, sentí unos brazos pasar por mi cintura.

Una niñera para mis Hijos © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora