Rescaté

30 2 0
                                    


— Haciendo esa entrada me acordé de una de mis películas de acción favoritas "Matrix" todo tan dramático, reí en mis adentros y seguí las indicaciones que mi shijie me dio, no solo encontré el dichoso testamento donde excluían a Meng Yao, hubo un montón de papeles que lo incriminaban, desde estafa, lavado de dinero y más, este hombre estaba metido en un gran lío.

—Coronel, vienen los malos por el flanco izquierdo son más de 10, debemos salir.

—Traigan al chico hasta el estudio, la bodega queda cerca saldremos por la ventana, que la camioneta esté lista.

—Si Coronel.

—Mire por la ventana y todo estaba en silencio, quedaba poco tiempo para que la policía llegue y se lleve a estas lacras que nada más se aprovechan de los más débiles, saque mis cuerdas de la maleta y empece a atarlas, el entrenamiento y las películas de acción estaban surtiendo buen efecto en mí, me prepare para esperar a los malos como dicen mis chicos.

— Coronel tenemos al chico, nos dirigimos al punto

—Los estoy esperando, tengo todo listo, no pude terminar de hablar, volaron la puerta principal del estudio ¡Mierda! Lo que faltaba. Van a tener que correr más rápido nenas, nos encontraron y no son nada amistosos, del lugar donde están giren a la izquierda encontraran una pared no hay más salida, muevan el cuadro y entren a ese pasadizo llegaran a una puerta junto al balcón estoy en ese sitio, muevan el culo nenas, los que vienen no son nada pequeños.

—Si coronel

—La espera me estaba matando, no había pasado ni medio minuto y estaba ansioso, los disparos iban y venían, las zoraki 925 me tenían en la mira, solo que aún no encontraban su objetivo, una Taurus dorada me tenía enamorada desde que entre a este sitio, al parecer mis bellos masoquistas ya se levantaron.

—Coronel estamos en el punto, pero algo no deja que entremos, al parecer esta atascada.

—Mire en dirección a la puerta y estaba bloqueada por un librero ¡Maldición! No me percate de eso, hice señas a los dos que me acompañaban y me moví hasta tirar el librero, entre tantos disparos este ruido no será nada.

— Coronel, aquí está el rehén, debemos irnos la policía no tarda en llegar

—Lo sé, la camioneta esta lista, empecemos a descender, uno a uno fueron bajando el principal ya estaba en la camioneta un tanto aturdido, tire de los chalecos a los chicos, deben bajar

— No podemos abandonarlo

— Les di una mirada que no tenía ganas de escuchar replicas, ellos obedecieron y seguí disparando cuidando el flanco, cuando todos estuvieron a salvo, salte por el balcón cogiéndome de la cuerda, no sé cómo llegue abajo, todo se hizo oscuro después de casi tocar el piso.

— Debes ir más rápido, él coronel está perdiendo mucha sangre, detengan la sangre hagan presión, llamando a base, el coronel fue herido, necesitamos que el médico esté listo.

— La camioneta que los esperaría al grupo negro entro como rayo, no sabía quién estaba herido, pero mi cuerpo no dejaba de temblar y eso me ponía nervioso, agarre al primero que cruzo en mi camino ¿Quién está herido?

— El coronel, se está desangrando

— Mi sangre se congeló en ese momento, mi cuerpo entero lo hizo no pude moverme, A- Ning me saco de mi estado de estupefacción

— ¿Vas a quedarte hay parado como si nada pasara galán? A-Ying nos necesita, así que mueve ese culo ya, mejor avisa a tus padres no estarán contentos si no les decimos.

— Asentí y tome el teléfono, un pitido, dos y antes del tres mi mamá cogió, no necesite hablar.

— Estaremos en media hora en la base

— Colgué y corrí hasta el área de medicina ¿Cómo se encuentra? Al entrar un camino de sangre me recibió y el doctor no me dio muchas esperanzas

— La bala perforo algún órgano, trataremos de hacer lo mejor posible pero prepárense para cualquier cosa.

— No puede decirnos eso, el es nuestro hermano, debe de hacer lo imposible entiende, le dije al médico agarrándolo del cuello, él solo asintió y entro corriendo a la sala de rescate.

— Tranquilo galán, el no nos va a dejar, recuerda que dijo que aún le faltaba mucho por jodernos y por cobrarse a su belleza de esposo, ese palo es duro de roer.

— Es verdad A- Ning, el no nos puede dejar mis sobrinos la necesitan, pero Lan Wangji morirá a su lado si le pasa algo.

— Y nosotros con el, quítate esos estúpidos pensamientos el va a estar bien, tiene que estarlo le grite llorando, júramelo A-Cheng, ¡dime que A-Ying  estará bien! que nada le pasara, el no puede irse, no antes que nosotros.

— Cálmate, sabía que no estabas bien al hablar tan tranquilo

— No puedo estar tranquilo, A-Cheng, el puede dejarnos y tú aquí como si nada, ¿Qué te pasa? Es nuestro hermano 

— Sonreí con amargura, le hice señas a una enfermera para que se acercara, dele un sedante y deje que descanse

— ¡Maldito imbécil! No puedes hacerme esto

— No me escucho, si no quiere ser la próxima arrestada y castigada es mejor que obedezca, ustedes dos dejen de ser inservibles y ayúdenla

— No te perdonaré esto A-Cheng, te odio

— Acepto tu odio si eso te hace bien, bese su frente y salí de la zona, no podía quedarme más, las dos personas más importantes para mí, estaban en rescate una por desesperación y la otra debatiéndose entre la vida y la muerte y yo tengo que ser fuerte ¡Ya no puedo! Sin querer mis lágrimas salían de mis ojos sin poderlas detener.

— No es de débiles llorar, antes de ser el jefe supremo de esta organización eres, hijo, hermano, tío y más, por llorar nadie puede decir que eres blando, demuestra que no tienes mucho valor para hacerlo.

— ¡Mamá! Tengo miedo

— No tengas miedo mi niño, tu hermano estará bien el no es débil, no dejará que tengas una vida en paz, más aún que su cuñado es tu pareja, te tiene que hacer la vida de cuadritos.

— Te amo tanto mamá, gracias. Lloré como un niño pequeño entre sus brazos, mi madre era mi muro de fortaleza, si ella me falta mi mundo estuviera en caos.

TAN LEJOS Y TAN CERCA DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora