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Finalmente su cumpleaños número 31 había llegado.

Zhan sonrió falsamente mientras hacía una reverencia ante los demás. YiBo, Seon, los señores Wang y Xiao estaban a su lado mientras él soplaba las velas del pastel.

Después de hacerlo, Zhan miró a su alrededor, todos parecían "contentos" pero él sabía muy bien que no era así. Si habían asistido era porque mantenían algún vínculo con la corporación Wang o Xiao, lo hacían por cortesía, por querer quedar bien, no por algo especial.

La mirada del pelinegro se dirigió hasta su madre, ésta pasaba un pañuelo por el lagrimal de sus ojos y mejillas, fingiendo llorar de emoción por el día de su hijo. Hipócrita.

YiBo se mantenía con el gesto de siempre; serio y frívolo. Los señores Wang sólo sonreían al igual que Seon y el señor Xiao. Zhan apretó su puño con fuerza, ¿a qué nivel de hipocresía podían llegar?

[...]

Todos parecían estar felices, según Zhan, ni una persona de su alrededor estaba burrida o sola, como su caso. Todos hablaban felizmente con sus conocidos y otros se conocían, lo común de un evento.

Los padres, suegros y hermana de Xiao Zhan hablaban felizmente con las personas, incluso YiBo hablaba alegremente con una chica, que por cierto era muy linda. Una risa amarga se le escapó, ¿en qué cambiaría si él no está ahí? En nada.

Caminó hacia el jardín de la mansión. El cielo estaba nublado, a pesar de ser muy noche podía notarlo. Pronto lloverá.

Decidió caminar por el gran césped mientras se ponía a pensar:

¿Realmente iba algún día poder vivir feliz?

¿Podrá superar su enfermedad? Si es fuera el caso, ¿todo seguirá como es ahora? O, ¿algo cambiará?

Con una pequeña sonrisa triste negó. Nada cambiaría, era seguro, todo eso de su enfermedad iba a ser sólo un triste y lamentable recuerdo, que nadie absolutamente nadie sabía sobre ello.

—Wang YiBo no se equivocó al decirme que tenía a un esposo lindo y con un cuerpo que ¡uf! Es tan follable —la voz gruesa de un hombre se escuchó a sus espaldas. Asustado, Zhan se dio la vuelta casi de inmediato encontrándose con una hombre de 50 a 60 años de edad.

—¿Q-quién es u-usted? —Zhan preguntó mientras retrocedía al ver cómo el hombre se estaba acercando.

—Lo de menos, niño. Yo sólo vine a divertirme —soltó una risa rasposa. Zhan pudo notar que el hombre parecía estar pasado de copas pero también podía ver que estaba siendo consciente de lo que estaba  haciendo.

¿Acaso YiBo tenía que ver algo con lo que le  estaba pasando en ese momento?

El hombre, al ver que Zhan había bajado guardia, no lo pensó ni dos veces antes de lanzarse contra Zhan y hacerlo caer.

Zhan finalmente reaccionó pero ya era tarde, el hombre ya estaba sobre él. Removió su cuerpo intentado alejarlo y salir de ahí pero no podía. El hombre tenía más fuerza y masa muscular.

Rápidamente Xiao entró en pánico, sin poder hacer nada para alejar al asqueroso hombre.

—Eres el cumpleañero. Disfruta de esto y tómalo como un regalo —el sucio hombre habló mientras intentaba abrir los botones de la camisa del Xiao.

La respiración de Zhan se agitó y empezó a llorar desesperadamente al ver la intención del hombre. Salió del shock cuando sintió la húmeda lengua del hombre recorrer su cuello, nuevamente se removió e intentó alejarlo usando sus manos. Empezó a patalear y encontró el momento adecuado para darle al hombre en su parte baja, pero antes de que pudiera librarse y correr, sintió como el mayor clavaba sus dientes cerca a su hombro izquierdo.

Shockeado se liberó y empezó a correr en cualquier dirección.

[...]

Sus sollozos se hacían más fuertes y audibles mientras se abrazaba a sí mismo.

¿Por qué nadie le creía? ¿Por qué preferían creer a ese hombre que intentó abusar de él?

Zhan lloró aún más, ¿por qué todo lo malo tenía que pasarle a él?

Los señores Xiao no le dejaron explicar nada cuando aquel hombre se quejó ante ellos haciéndose a la víctima y culpando a Zhan de que éste le había arañado y golpeado sin razón alguna. Y como siempre, los Xiao decidieron creer en el hombre.

Zhan había intentado incluso explicarle a YiBo de todo lo que había pasado, pero el castaño sólo lo había ignorado diciendo que ese asunto no tenía nada que ver con él.

Estaba encerrado en su antigua habitación, en el que veintinueve años vivió.

Los golpes bruscos y fuertes de la puerta lo asustaron. Lentamente se acercó y la abrió. Era su hermana.

—¡Ya estarás contento! —exclamó con la voz enojada —, ¡por tu culpa ese hombre dejó de ser socio de mi padre! —se acercó a Zhan y siguió —. ¡Eres un estúpido! ¿cómo es que mi padre decidió tenerte como hijo? ¡¿Por qué mejor no te fuiste con tu madre?!

Zhan levantó la mirada muy confundido. ¿A qué se refería?

—¡Oh, lo había olvidado! Tú no sabes nada pero hoy yo misma te lo diré —Seon, de molesta pasó a burlarse —. Mi madre no es tu madre —lo dijo mientras se acercaba aún más a Zhan —. Eres una bastardo.

El pecho de Zhan dolió aún más.

—¿E-estás mintiendo? S-Seon, ¡Tú...! -

—Lo que mi hija dice es cierto —la voz de la señora Xiao lo interrumpió —. Tú no eres nada más que un bastardo. No lo sabías, ¿no? ¡Pues ahora lo sabes! Eres el hijo de la amante de tu padre. Un hijo que no debió haber nacido. Un niño que nació sin ser planeado —la señora continuó mientras se burlaba con su hija.

Zhan sintió un gran dolor en su corazón. Ahora entendía el por qué de los tratos tan hirientes de su "madre" hacia él, el de su hermana. Pero aún no comprendía el de su padre, se supone que era su hijo de sangre. ¿Por qué él lo trataba igual que ellas? Tal vez era porque fue un hijo no deseado. Como lo dijo la señora Xiao, un bastardo.






😔✌️.

 Miserable || YiZhan ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora