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La noche había caído, y Zhan no estaba por ningún lado.

Yang y las dos mujeres se sentían preocupados. Zhan no les había avisado a dónde iría ni a qué hora regresaría.

No sabían nada de él.

—Iré a buscarlo —Yang avisó tomando unas paraguas. Las chicas rápidamente se acercaron hasta él.

—Nosotras iremos contigo, Yan —avisó Ziyi. Lu asintió.

—No, dejen que la lluvia se calme un poco, ¿si? Cuando eso pase podrán salir. Ahora es peligroso, hay mucho lodo.

—No, tenemos que encontrar a mi Zhannie —Lu habló poniéndose su abrigo.

Yang no dijo nada, sabía que sería inútil intentar convencerlas.

Eran muy tercas.

Tomaron sus abrigos y decidieron salir.

Caminaron por unos minutos hasta que pudieron ver que a lo lejos había un auto con las luces encendidas qué se acercaba hacia ellos.

Los tres se detuvieron de golpe.

El auto paró al lado de ellos y un hombre encapuchado salió.

—¿Son amigos de Xiao Zhan? —preguntó el desconocido.

Los tres más jóvenes desconfiaron, pero asintieron.

—Sí —Yang respondió. Dentro de sí mismo sentía miedo —. ¿Sabe dón-? —el mayor interrumpió casi de inmediato.

—El joven está en los asientos traseros. Lo encontré en el camino. Tiene la fiebre alta —rápidamente corrió al auto. Yang no dudó en seguirlo.

Cuando abrieron la puerta vieron a Zhan recostado y totalmente empapado.

Yang lo cargó con cuidado y lo llevó adentro de la casa siendo seguido por los demás.

Una vez dentro, Yang lo recostó en uno de los sillones, y Lu corrió por toallas.

Todos estaban empapados por la lluvia, pero su única prioridad era zhan.

—Muchas gracias, muchas gracias —Ziyi agradeció al hombre mientras le daba unas toallas para que se secara y lo llevaba a la cocina para darle una taza de café caliente.

—¿Cómo está mi Zhannie, Yang? —Lu preguntó viendo como Yang empezaba a inyectarle algo a Zhan.

—Por la fiebre es que tiene un sueño pesado y no despierta. Tardará en hacerlo, pero por mientras la fiebre bajará —Yang explicó poniendo un trapo húmedo en la cabeza del menor.

Xuan Lu suspiró de alivio.

Ziyi y el hombre salieron de la cocina.

—¿Ya mejorará? —Ziyi preguntó acariciando la mejilla del menor.

—Le inyección que le puse hará que la fiebre baje —Yang respondió un poco aliviado.

Algo andaba mal.

Era médico, sabía que no era normal en Zhan, ya que en su tratamiento los doctores y sus pastillas se encargaron de reforzar sus defensas.

Un poco de lluvia no lo dejaría en esa temperatura tan alta.

—Debe cambiarse de ropa —nuevamente Yang habló —. Usted también, así que le traeré ropa seca.

Tomó a Zhan y lo subió arriba hasta su habitación. Lu y Ziyi se encargarían de cambiarle.

Unos minutos después Yang bajó con ropas en la mano y las entregó.

—Aquí tiene —le tendió la ropa y el mayor aceptó muy dudoso —. Muchas gracias, gracias por traer a mi Zhannie sano y salvo —tomó una de las manos del mayor y se inclinó lo más que pudo en forma de respeto.

 Miserable || YiZhan ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora