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El castaño caminó con pasos apresurado por los oscuros pasillos del hospital con dirección a la habitación de su esposo. Estaba dispuesto a obligarlo a que firmara los papeles que le había dado anteriormente. Si era necesario lo haría a golpes.

Abrió la puerta y entró.

El cuarto estaba vacío y oscuro, no había nadie, la cama todavía estaba intacta. Con el ceño fruncido fue hasta la habitación del baño y no encontró a nadie.

Sacó su celular y llamó a su esposa.

Marcó y marcó, pero nadie respondió.

"El número que llamó está fuera de servicio. Deje su mensaje desp-".

Enojado colgó y salió de la habitación.

Caminó hacia el consultorio y sin cuidado alguno abrió la puerta. El doctor que estaba allí se sobresaltó ante el sonido de la puerta abriéndose de repente, se puso de pie y caminó hasta el castaño.

-Buenas noches, señor Wang -saludó.

-¿Dónde está mi esposo? -cuestionó ignorando el saludo. Siempre había sido así, así que para el doctor no fue sorpresa.

-Debe estar en su habitación, a estas horas es casi imposible que esté fuera.

YiBo se sintió más molesto.

-El encargado de curarlo y ver si se encuentra bien es usted, ¿por qué dice que no sabe nada?

-No puedo estar sólo pendiente al señor Xiao, tengo otros pacientes que atender -respondió con tranquilidad, como si la mirada furiosa del hombre que estaba en frente suyo no intimidara.

-¡Usted! Yo le pago mucho más dinero que a los demás para que se ocupe de mi esposo, doctor. Usted y ese doctor que contrató deben ocuparse de mantenerlo sano -dio un suspiro para controlar su rabia, porque si no lo hacía terminaría matando al hombre de blanco que tenia en frente -. Su doctor, ¿dónde está el doctor que siempre lo acompaña?

-El doctor se fue a casa. Hoy no tiene turnos nocturnos.

YiBo lo ignoró y salió del lugar.

Nuevamente caminó hacia la habitación de Zhan. Una vez dentro marcó de nuevo el número de Zhan; nadie contestó.

En ese momento la puerta fue golpeada, YiBo se puso de pie y fue a abrirla.

Grande fue su sorpresa de no ver al pelinegro, sino a un chico menor con uniforme de enfermero.

-Señor Wang, hay algo que tengo que contarle -comentó con algo de inseguridad.

YiBo lo vio con el ceño fruncido.

[...]


Zhan se removió un poco. El sol del amanecer le daba directamente a la cara y eso le molestaba, así que poco a poco abrió los ojos.

Una vez su vista clara miró hacia sus lados y estaba en una habitación desconocida. La habitación no era a la que estaba acostumbraba ver; lujosas y totalmente en colores claros, con un tumbado blanco; esa habitación era todo lo contrario, las paredes eran blancas y el piso, como el techo, estaban hechas de madera color café oscuro.

Estaba desorientado, así que se acercó hacia la ventana para poder ver a través de ella. Removió las cortinas y su cuerpo se tensó totalmente al ver el lugar en el que estaba.

-Zhan... -el mayor vio al pelinegro sobresartarse. Con pasos cuidadosos se acercó hasta quedar a un par de metros del menor.

-¿D-dónde estamos? -su voz sonó débil y como un susurro. Yang se acercó un poco más.

 Miserable || YiZhan ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora