Pablo
•••••••••-¡Joder!-grité en cuanto Malena desapareció por el interior de la casa.
Una broma, una simple broma y se me ha ido de las manos. Con lo fácil que hubiera sido estarme quieto, pero no, algo tan insignificante ha podido provocarle un enfado bastante importante. Sólo esperaba que la nota que le dejé sobre la cama consiguiera arreglar aquel desastre.
Alejo me tiró el balón y conseguí evadirme del problema que causé en cuestión de segundos. El peque me sonrió, él quería seguir jugando y yo solo quería arreglar las cosas con Malena. Tuve miedo a que aquel malentendido nos tuviera enfrentados durante un buen tiempo.
-¿Vamos a ver a la prima?-le pregunté, él dudó, pero al cabo de unos segundos asintió.
Corrió hacia mí y levantó los brazos, lo miré dubitativo, pero al final comprendí que quería que le cogiera en brazos. Caminé hasta el interior de la casa y recibí una notificación. Paré en seco, sujeté bien a Alejo y saqué el móvil del bolsillo de mi pantalón.
"Sé que a pesar de todo debo volver a empezar, pero mi corazón no se anima a volver a amar".
Sonreí al leer el mensaje de Malena, me dejó tranquilo. Me seguió el rollo con la canción. Aunque por alguna extraña razón quise subir igualmente a hablar con ella. En cualquier otra situación no lo hubiera hecho, pero ella de nuevo rompió mis esquemas. Me hizo querer dar la cara, ir hasta ella y pedirle perdón.
Ella era muy especial y yo no podía permitirme fallarle porque fallarle consistía no tenerla y no tenerla supondría mi ruina.
-¿Eres el novio de Malena?-mis ojos se abrieron al escuchar la voz de Alejo.
Tragué saliva y subí las escaleras corriendo para contárselo a la sevillana. Me había hablado tanto del niño que tenía tan interiorizado que no me dirigiría la palabra que me sorprendió a la vez que me alegré de haber roto su silencio.
-Jooo, contéstame-suplicó y de nuevo tragué saliva porque no supe que decirle.
Toqué a la puerta de la habitación de Malena, pero me detuve al escuchar el sonido de la ducha. Dejé a Alejo en el suelo y me senté a la espera de que ella saliera.
-No lo sé, somos amigos-encogí mis hombros, Alejo me miró de arriba a bajo y suspiró.
-Me gustas más tú que el otro-hizo una mueca de desaprobación y acto seguido se sentó a mi lado.
-¿Hay otro chico?-pregunté casi atragantándome, solo de pensarlo me entraba angustia.
-Había-se encogió de hombros-, pero su amiga se lió con él. Desde entonces Lenita no ha querido salir con nadie.
Lenita, así me pareció escuchar a la madre de Malena llamarle un día. Un apodo de lo más tierno que le pegaba muchísimo a la sevillana.
-Tú no le hagas daño, ¿vale?-me miró y se lo prometí-. Estoy cansado de que mi mami y la prima sufran por los chicos. ¡Mi papá es estúpido!-gritó lleno de ira.
Desvié la mirada nervioso, ¿por qué tuvo que romper su silencio conmigo? Fui la persona menos indicada para hablar con él de ese tema tan delicado. El niño parecía querer hablar conmigo, lo percibí como un vínculo y desde luego que me llenó de orgullo y satisfacción haber calado tan hondo en él. Aunque me sentí egoísta, nadie de su familia había conseguido que el niño hablara y llegué yo, siendo un desconocido y conseguí lo que tanto tiempo llevaban esperando.
-¿Quieres hablar del tema?-pregunté con delicadeza.
-No me hizo nada malo, solo quería ver sufrir a Tatiana porque él seguía enamorado de ella. Luego me llevó a una habitación oscura y allí me tuvo encerrado sin poder salir a la calle, hacía pipi en un barreño de plástico y solo me daba de comer una vez al día. Lo escuchaba hablar mal de mamá, decía que la quería matar. Solo porque estaba celoso de que mami estuviera conociendo a otro chicos, como Nacho por ejemplo. Sentí mucho miedo, solo quería estar con mi mamá. Lloraba mucho y cuando él se daba cuenta me pegaba-se le quebró la voz, de nuevo el miedo invadió su cuerpo.
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Endless Nights ▪︎ PABLO TORRE
FanfictionElla perdió su DNI, él lo encontró. Un fin de curso inolvidable, un primer beso que les marcó. Santander y Sevilla contectados por Barcelona. Y en reencuentro dulce, en el peor de los escenarios.