Malena
••••••••••Me separé de Pablo y lo miré sonriendo. Estaba dispuesta a dejarme llevar, a dejar a un lado los miedos y a comenzar una relación con él o al menos intentarlo. No pude dejarlo escapar, tenía miedo a que me hicieran daño, pero más miedo tuve de perderlo.
Fui tonta, pero también fui vulnerable, me dejé llevar por mi pasado a sabiendas de que Pablo era diferente y siempre fui consciente de que jamás me haría daño. Me costó, verlo, por suerte me di cuenta a tiempo. No sé qué hubiera sido de mí si me hubiera dado cuenta tarde.
-Creo que ustedes dos necesitan una noche a solas-dijo Pedri dándole las llaves del coche a Pablo.
-Yo también lo creo-dijo Pablo abrazándome.
-Amiga, aprovecha-susurró Alexia para después guiñarme el ojo.
Asentí sonriendo y entrelacé mi mano con la de Pablo. No sabía que era lo que estaba haciendo, probablemente me acabaría arrepintiendo, pero no quería privarme de nada. Con él todo fluía y y quería dejarme fluir.
-Hemos dejado a Alexia con Pedri-dije preocupada.
-Tranquila, está en buenas manos.
-No sé Pablo no se conocen-me paré en seco y lo miré a los ojos.
-Si los acontecimientos se dan como yo creo que van a pasar, esos dos está noche ven Saturno.
-Y, ¿nosotros?-me mordí el labio mientras rodeé con mis brazos su cuello.
-¿Nosotros?-preguntó nervioso.
-Sí, nosotros nos merecemos una segunda oportunidad.
-¿Te irás?
-Esta vez no.
Pablo me agarró del cuello con suavidad y unió su boca con la mía. Nos besamos en mitad de la calle, sintiendo que el mundo se detenía a nuestros pies, sintiéndonos los reyes del universo. Tanto tiempo extrañando sus labios que me pareció un sueño tenerlo junto a mí de nuevo.
-Yo te quería pedir perdón Pablo-dije mordiéndome el labio nerviosa.
-Cariño, no te preocupes. Te entiendo. Me costó comprender en que situación estabas, pero al final entendí que cada uno necesita su tiempo-sonrió-. No me fui porque sabía que algún día volverías.
-Te quiero-confesé, sus ojos se iluminaron.
-Y yo a ti Lenita-y de nuevo sentí sus labios sobre los míos.
Besarlo era ascender al paraíso, donde solo existíamos él y yo. Estar con él era calma y no es que yo aprendiera a querer a su lado, no. Simplemente entendí que su misión no era hacer que yo me quisiese más, simplemente a su lado crecí tanto personalmente como emocionalmente. Pablo se acabó convirtiendo en mi amigo, en mi mejor amigo, en mi compañero de vida, en mi confidente, en mi más fiel aliado, en mi eterno contrincante, en lo mejor que me puso pasar en la vida. Llegó a mi vida para quedarse y a pesar de todas las trabas que había en el camino, no se marchó, se quedó, esperándome.
Nos montamos en el coche y mis nervios volvieron a hacerse notar. Él lo percibió, pero prefirió no decir nada y lo agradecí. Para mí fue muy complicado hacerle frente al miedo, pero aquella noche solo me importó él.
-¿Vamos a tu casa?-le pregunté y él asintió.
-A no ser que quieras que vayamos a la tuya-se rascó la nuca antes de arrancar el coche.
-No, no, mejor a la tuya. En la mía están mis padres-dijo arrugando la nariz.
-Como quieras-giró la llave y el sonido del coche rompió nuestro silencio-. Mientras no te vayas...-dejó caer y yo me rompí.
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Endless Nights ▪︎ PABLO TORRE
FanfictionElla perdió su DNI, él lo encontró. Un fin de curso inolvidable, un primer beso que les marcó. Santander y Sevilla contectados por Barcelona. Y en reencuentro dulce, en el peor de los escenarios.