Endless Nights ▪︎ PABLO TORRE

Capítulo 22

Malena
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-Vamos tarde-me apoyé en la puerta esperando a que Tatiana le pusiera la chaqueta a Alejo.

Mi prima me amenazó con la mirada y decidí callarme y no decir nada. Más que nada porque no quise incomodarla, últimamente estaba insoportable y por mi bien quise darle su espacio. Si algo odiaba era estar enfadada con ella, al final Tatiana era mi pilar fundamental en la vida.

-Alejo por favor-suplicó ella a punto de perder la paciencia.

Justo en ese momento bajó mi tío por las escaleras, Alejo se quedó quieto y poco a poco Tatiana se acercó a él. Hubo veces en las que mi tío daba realmente miedo y aquella fue una de esas veces.

-Hala, vámonos-Tat cogió al niño en brazos y caminamos hacia el garaje.

No íbamos tarde, pero supe que si le metía prisa iba a ser mejor. Al final yo estaba deseando llegar al Camp Nou, mis padres y mis tíos irían un poco más tarde, yo solo quise ir antes para ver a Pablo. Había muchísimas posibilidades de que hiciera su debut oficial en primera división y yo me moría de ilusión.

-Eres consciente de que puede que conozcas a tus suegros-Tat arrancó el coche y me miró.

-No hace falta que me lo recuerdes-rodé los ojos apaciguando los nervios-. Aunque si te soy sincera, no sé como son. Pablo nunca me ha hablado de ellos-agaché la mirada y me puse un poco triste.

Pablo era un chico muy cariñoso con el que podía hablar de cualquier tema, es más, a mí me encantaba su polivalencia. Pero nunca me habló de su familia, hasta el momento. Y a mí eso me rayaba, quise preguntarle, quise indagar, pero por miedo no pregunté. Temí a que se enfadara o a qué se fuera o a qué me insultara. Sabía que él jamás se comportaría de esa forma, pero ante lo desconocido temí a ser demasiado interesada.

-Joder-dijo Tatiana fundiendo el claxon-, es raro. Pero sus motivos tendrá, supongo.

Mi prima volvió a tocar el claxon y comenzó a gritarle al de delante. Al borde la vi de ponerse a gritar y a insultar como una energúmena.

-Será imbécil el solplapollas este. ¡Me cago en mi vida!-gritó bajándose del coche enfuruñada.

Me giré y Alejo me miró con los ojos muy abiertos, acto seguido se llevó el dedo a la sien e hizo ese gesto tan característico para decirme que su madre estaba loca. Volví a posar la mirada al frente y casi me atraganto en cuanto vi a Tatiana gritarle a Pedri y a Pablo, a mi Pablo. Mi niño no sabía donde meterse y Pedri estaba a punto de cagarse encima. Tat seguía regañándonos y es que por culpa de uno de ellos, ella tuvo que pegar un volantazo que por poco nos estrellamos con una farola.

-Pablo-dijo Alejo con una sonrisa-. Bajar por fi.

-Ahora en el estadio lo vemos cariño que sino mamá se enfada.

Mis palabras no parecieron causar mucho furor, el niño arrugó el morro y siguió jugando con un dinosaurio. Me supo mal, pero el coche estaba mal aparcado, con  las luces de emergencia y yo no quise bajar, más que nada porque temía a que Tatiana también la tomara conmigo.

-Me cago yo en tu novio que casi nos mata-dijo mi prima en cuanto se subió de nuevo al coche.

-¿Era Pablo el que conducía?-pregunté sorprendida, la verdad es que él conducía de locos.

Con Pablo siempre me sentí segura en el coche, es verdad que no me había subido en un coche con Pedri. Pero me dio la sensación de que tenía un poco más de peligro que Pablisss.

-Creo que me he pasado bastante-rió Tatiana a los pocos minutos-. Pobres, me miraban con unas caritas.

-Es que cuando quieres das miedo prima-alcé las cejas aguantándome la risa.