MALENA
•••••••••••••••••
La luz del sol atravesó el cristal, el fuerte viento chocando contra la ventana y las gotas de agua repiqueteando con fuerza sobre el asfalto de la calle fueron las causantes de acabar con mi sueño. Bostecé antes de abrir los ojos, me pesaban los párpados y un fuerte de dolor de cabeza provocó que me llevara la mano a la cabeza. Busqué con mi mano el interruptor de la luz y torpemente la encendí, mis ojos se cerraron ante la claridad. Por unos instantes pestañeé aturdida intentando recordar donde estaba. Todo me daba vueltas y acabé cayendo en la cuenta. Me giré y Pablo no estaba en la cama. Una pequeña parte de mí sintió desilusión, todavía podía oler su aroma en las sábanas blancas. Me senté en el borde de la cama y froté mis ojos, bostecé de nuevo y relajé mis hombros. Puedo afirmar que dormí bien, pero al principio esa tensión que se apoderó de mí me castigó con un insomnio que me hizo estar pendiente de la respiración del cántabro.-Tatiana, ¿puedes venir a por mí? Te mando la dirección-le mandé un audio a mi prima y me levanté.
Caminé descalza hasta mi ropa, me vestí y recogí mi pelo en un moño alto. Me observé en el espejo de cuerpo entero que tenía Pablo en su habitación y me sorprendí, parecía una persona bastante decente para haber dormido alrededor de tres horas. Cogí los tacones con una mano y abandoné la habitación. Caminé descalza y perdida, buscando con desesperación un baño donde poder hacer mis necesidades. Tras abrir cuatro puertas, di con el baño.
-Acabo de salir de casa-escuché el audio de mi prima y sentí alivio.
De nuevo comencé a deambular por la casa, bajé hasta el salón con la intención de despedirme de mis amigos, pero no encontré a nadie. Fue como si de repente estuviese sola en aquella casa tan grande. Suspiré cansada deseando que los minutos pasasen para estar a salvo en el coche con mi prima.
Escuché unas risas y por inercia caminé hasta ellas. Despacio y tratando de hacer el menor ruido me acerqué. Las risas me llevaron a la cocina de la casa, mis ojos se toparon con un tío en boxers que no había visto en mi vida, era alto y moreno, el pelo lo tenía rizado aunque me dio la sensación de que se había hecho la permanente. Era mayor, bueno mayor, veinti pocos años, pero a mí me sacaba unos cuantos. Y a su lado, a su lado divisé a Pablo sentado en un taburete sosteniendo a una morena por la cintura. Chasqueé la lengua impactada, aquello fue lo último que mis ojos esperaron ver.
-Hola-saludó el macizo en cuanto se dio cuenta de mi presencia.
-Hola-aquella palabra tan escueta salió con amargura de mi boca.
Pablo en cuanto escuchó mi voz se giró, sus ojos se abrieron sorprendidos, no pude evitar hacer una mueca sarcástica. Pasé mi lengua por el interior de mis mejillas esperando la llamada de Tatiana. Deseé huir, pero de nuevo mis piernas tomaron el control de mi cuerpo quedándose quietas.
-¿Quieres algo?-preguntó aquel chico.
-No, gracias-agradecí su proposición con una sonrisa falsa-. Es más, me voy, mi prima ha venido a por mí.
Con un gesto de cabeza me despedí, me agaché y me puse los zapatos. Caminé hasta la salida pensando en como Pablo sujetaba a aquella chica con tanta posesión. Sus manos se aferraron a su cintura y le reía todas las gracias. Ella ni siquiera se dedicó a mirarme, le dio igual mi presencia y del alguna forma eso me hizo sentirme insuficiente.
ESTÁS LEYENDO
Endless Nights ▪︎ PABLO TORRE
FanficElla perdió su DNI, él lo encontró. Un fin de curso inolvidable, un primer beso que les marcó. Santander y Sevilla contectados por Barcelona. Y en reencuentro dulce, en el peor de los escenarios.