Capitulo 27

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-¿Podrías conducir? Yo me iré atrás con Max.

-Claro-Respondí. Billy se metió en el asiento trasero con Max y arranqué el auto.

Conduje lo más rápido que pude hasta el hospital más cercano. Salimos del auto y me adelanté a Billy para llamar a una enfermera. Una mujer de mediana edad se acercó a mí. Le dije que traíamos a una niña enferma y corrió por una camilla. Rápidamente un grupo de enfermeros en uniforme color verde azulado se acercaron. Billy entró con Max en brazos. La pequeña parecía peor con cada minuto. La depositó en la camilla por el pasillo. No dejaron a Billy pasar, se adentraron a otra sala y cerraron las enormes puertas metálicas. Regresé junto a él a la sala de espera y nos tumbamos en las sillas.  El gesto de Billy era duro, frío, impenetrable.

Apreté su mano con la mía. Él volteó a mirarme.

-¿Estás bien?-Pregunté suavemente.

Él asintió con la cabeza.

-¿Seguro?

-Sí-Respondió seco.

Suspiré. Sabía que me necesitaba.

Me paré de mi silla. Él me miró con el entrecejo fruncido. Me senté en su regazo. Enrollé mis brazos alrededor de él y apoyé su cabeza en mi pecho. Sentí las gotas tibias de sus lágrimas resbalar por la piel de mi escote.

Comencé a acariciar su espalda, sus brazos y su cabello. Tranquilidad, eso era todo lo que necesitaba. Después de algunos minutos se separó de mí.

-Todo estará bien-Murmuré y acuné su rostro en mis manos. Lo acerqué a mi y lo besé suavemente. Él jadeó. Mordió mi labio y me di cuenta que estábamos haciendo una escena en el hospital. Me alejé de él.

-Gracias...-Murmuró.

-¿Por qué?

-Por todo esto...Eres...Eres grandiosa, lo tengo que aceptar.

Sonreí.

-No hay problema.

Me recosté contra su pecho. Tenía sueño. Era casi media noche. Me quedé dormida antes de notarlo.

Me acariciaban el cabello. Lo metieron tras mis orejas. Desperté. Billy me miraba con atención.

-Lo siento. No quería despertarte.

Sonreí.

-¿Qué hacías?

-Mirarte-Dijo simplemente.

-¿Mirarme? ¿Qué me estabas mirando?-Pregunté con dulzura.

-Te ves linda mientras duermes-Sonrió. Me abrazó por la cintura y me acercó a su cuerpo. Me besó. Me besó con delicadeza, con ternura.

Me sentía por las nubes. Sentí los pasos aproximarse. Me alejé de Billy. Una enfermera nos miró y sonrió con malicia.

-¿Es usted el joven Hargrove? ¿Hermano de Max?

-Sí, soy yo ¿Puedo verla?

Nos pusimos en pie.

-Claro. Los familiares pueden pasar a verla-Miró a Billy y luego me dio una mirada a mí-¿Y la señorita es...?

-Rose.

-Mi novia-Se apresuró a contestar.

-Si el joven Hargrove autoriza su visita, con gusto puede hacerlo.

-Yo la autorizo-Respondió Billy ''Mi novio''

-De acuerdo-Dijo la enfermera.

-¿Cómo se encuentra?-Pregunté.

-Bien. Es una niña muy fuerte. Tuvo una recaída, una fuerte. Tal vez los medicamentos ya no hacen tanto efecto en su sistema. Además sus pulmones se están hinchando, llenando de líquido y eso esta haciendo presión en su caja torácica. Haciendo que su corazón ya no tenga tanto espacio para dilatarse. Puede que le cueste mucho a las arterias llevar la sangre al corazón, a eso debemos el dolor de hoy-Explicó la enfermera.

-¿Y qué pasa si eso vuelve a ocurrir?

-¿Ya había ocurrido antes?-Preguntó la mujer. Billy negó con la cabeza-Bien. Pues si vuelve a ocurrir, tendrán que correr al hospital. La próxima vez puede que la recaída no tenga piedad.

Billy tragó saliva.

-De acuerdo.

-Así es. Max tendrá que pasar la noche aquí, solo para realizarle algunos exámenes. Pero es muy posible que para mañana en la tarde le den de alta.

-Muy bien-Volvió a responder Billy.

-Por ahora Max está durmiendo, así que...Si quieren pueden verla ahora o venir mañana en la mañana.

Billy me miró.

-Vendremos mañana.

-De acuerdo. Que tengan buena noche-Dijo con una mirada llena de picardía ''Oh dios''

-Hasta luego-Respondimos ambos.

La mujer ladeó la cabeza y se dio la vuelta para desaparecer por los pasillos del hospital.

Suspiré.

-¿Nos vamos?-Preguntó Billy.

-Claro.

Tomó mi mano y salimos del hospital atrayendo varias miradas. Subimos al auto de Billy. Tan pronto como lo puso en movimiento me quedé dormida.

Desperté frente a la casa de Billy.

-Billy...Mi casa-Murmuré.

-Quédate conmigo. Por favor. Necesito a alguien conmigo esta noche...Te necesito. Por favor...-Tomó mis manos.

Suspiré. ''Si mis padres se enteraran de esto...''

-Por supuesto.

Bajamos del auto y entramos a la casa. Billy no encendió la luz hasta llegar a su habitación. Encendió la luz y se retiró la chaqueta. La dejó sobre su escritorio. Soltó dos botones de su camisa y luego se sentó en la cama para quitarse los zapatos. Sacudió su cabello y luego me dirigió una mirada. Yo seguía de pie en el umbral. Billy se acercó a mí, me tomó de la mano y me llevó hasta la mitad de la habitación. Allí deslizó suavemente mi chaqueta sobre mis brazos y hombros. La puso sobre la suya. Se hincó frente a mí y retiró con cuidado mis zapatos. Volvió a ponerse de pie. Mandó todo mi cabello tras mis hombros y desabrochó mi collar. Lo dejó sobre la mesilla de noche. Volvió frente a mí. Me retiró los aretes y los dejó junto al collar. Ambos en silencio. Solo mirándonos directamente a los ojos. Había electricidad y sensualidad en el aire.

Tomó mi mano gentilmente me hizo girar sobre mis talones. Quedó tras de mí. Y bajó con lentitud la cremallera de mi vestido. Cayó al piso alrededor de mis pies. ''Dios...'' Me entró pisando fuerte la vergüenza. Quería taparme. Quería correr al baño a encerrarme. Quería ocultarme. No quería que Billy me viese ¿Y si no era suficiente para él? Billy ya me había visto así, pero no fue algo que pudiera considerar ''consentido'' o ''intencional''...Esto si lo era.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora