Capitulo 42

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Sus cejas otra vez subieron hasta que casi creí que le quedarían de copete.

-Claro. Pero no olvides lo que te dije en la tarde.

-Sí mamá. Solo no lo repitas-Le pedí.

Ella rió. Terminamos de cenar y llegó el postre. Comimos mientras reíamos de las bromas de mi padre.

-Fue una cena genial. Un gusto conocerte Billy. Eres un buen chico, cuida mucho de Rose ¿Sí?-Dijo mientras con una mano estrechaba la suya y la otra se posaba en su hombro.

-Claro señor. La cuidaré con mi vida si es necesario-Me miró con una sonrisa jugando en las comisuras de sus labios.

-Eso te lo agradezco de verdad-Respondió mi padre.

Billy asintió.

-Bien. Creo que es hora de irse a la cama. Mañana tenemos un vuelo a primera hora.

-Así es-Afirmó mi madre-Cariño, Rose pasará la noche en casa de Billy.

Mi padre frunció el ceño hacia mí.

-De acuerdo. Creo que no debo recordarte ciertas cosas.

Le agradecí por ello.

-Buenas noches papá-Me acerqué para besar su mejilla. Rápidamente me susurró ''No quiero nietos aún'' ¿Acaso estaba obsesionados con decir eso?

-Buenas noches mamá. Estuvo delicioso-También besé su mejilla. Ella asintió sonriente.

-Adiós Billy. Un gusto conocerte, puedes volver cuando quieras. Las puertas de esta casa están abiertas para ti-Lo abrazó, Billy sonrió.

-Gracias señora. También fue un gusto.

-Bien, adiós muchachos.-Sin más. Ambos subieron las escaleras y poco después escuché el sonido de su puerta al cerrarse.

-¿Nos vamos?-Sonrió.

-Claro. Déjame ir por un par de cosas ¿Me acompañas?

Los dos fuimos directo a mi habitación. Tomé un bolso amplio y empaqué un pijama de unos bonitos shorts pálidos y una camiseta blanca con DREAMER estampado en el mismo color rosa pálido. Ropa interior y mis productos de aseo. Me puse mi chaqueta y salí con Billy. El camino a su casa fue relativamente rápido, ya que no había demasiado tráfico.

Entramos, todo estaba oscuro. Solo hasta que estuvimos en su habitación prendió la luz. Entré yo primero y Billy cerró la puerta tras él.

-¿Te gustó?-Me refería a la cena.

-Me encantó-Respondió sonriente.

-Genial-Me retiré la chaqueta y noté como sus ojos se volvían repentinamente más intenso y la habitación se llenaba de electricidad.

-V-Voy por...agua. Tengo sed-Balbuceé. me escapé a la cocina, llené un vaso con agua y me apoyé sobre el mármol, tenía la respiración acelerada. Después de inspirar profundamente varias veces, logré normalizar mi respiración.

Cerré los ojos y sentí unas grandes y cálidas manos enrollarse en mi cintura. Sus labios contra la piel de mi cuello.

-¿Te has puesto ese vestido para enloquecerme?

Mordí mi labio.

-Porque lo lograste. No pude quitarte los ojos de encima toda la noche-Besó la zona bajo mi oreja. Me estremecí.

-Tú también te veías grandioso-Me di la vuelta para poder verlo a los ojos. Me aferró más a su cuerpo. Abrió la boca para decir algo, pero de inmediato la cerró de nuevo y solamente chocó sus labios con los míos. Suspiré ante la exigencia de ellos. Enrollé mis brazos alrededor de su cuello y le respondí. Caminó un poco hasta que quedé pegada contra la fría pared de baldosa y sentí que me temblaban las piernas. Sentí su lengua acariciar mis labios y los abrí para que entrara. Mordí su labio inferior y él me estrechó aún más a su cuerpo.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora