Capitulo 11

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Rose suspiró frustrada. Sé que la había herido, la había molestado. Le había mentido. Pero si quería mantenerla lejos tenía que hacerlo. La pregunta ahora era ¿Por qué quería mantenerla lejos? Porque ya había tenido que pasar por demasiado dolor en su vida, si me involucraba con una chica tal vez terminaría lastimado. Y eso era lo último que quería. Más dolor. Aunque lo negara un millón de veces, temía volver a sentir dolor.

-¿Podríamos terminar el artículo?-Preguntó.

-Si.

-¿Podrías ir a mi casa para acabarlo?

-Sabes la razón porque no puedo ir a tu casa.

-Bien. Lo siento.

-No lo sientas, no digas que lo sientes si no es así.

-¿Puedes dejar de ser tan rígido?

-No.

-Bien-Suspiró de nuevo. Ahora derrotada-¿Entonces como haremos para acabar el artículo?

-Hoy. En mi casa a las cuatro.

Ella pareció vacilar.

-N-No tengo como irme de mi casa.

-Pídele a alguno de tus babosos que te lleve-Me encogí de hombros.

Me fusiló con la mirada.

-De acuerdo. Entonces, cuando acaben las clases. En el estacionamiento de la universidad. No demores odio esperar.

-¿Tú? ¿Odias algo? Eso es extraño en ti, Billy-Dijo con sarcasmo.

-No me provoques...-Advertí.

-No tengo miedo de ti-Se cruzó de brazos.

-Es porque no me conoces.

-Es porque sé que no me harías nada.

-Es porque no me conoces-Repetí.

-No me harías nada.

-¿Cómo estás tan segura?

-Sé que no le harías daño a una mujer.

-Siempre hay excepciones.

-Y yo no soy una-Afirmó.

-Eso es lo que crees.

-Eso es lo que sé.

-¿Por qué te empeñas en aparentar ser alguien que no eres?

-No sabes quien soy.

-Pero sé quien no eres.

-En el estacionamiento. Justo después de la campana. No demores, o me iré solo.

-Amargado.

-Infantil.

-Egoísta.

-Antipático.

-Fastidiosa.

-Insensible.

-No soy insensible.

-Nos vemos en el estacionamiento.

Sin más se dio la vuelta y se fue. Definitivamente esa mujer era de tener cuidado.

El tiempo restante pasó igual que siempre, lento y aburrido. Sonó la campana, era momento de marcharme junto a Rose... ''Junto a Rose''

Tomé mis cosas y comencé a caminar hacia el estacionamiento, caminaba lento. No tenía porque apurarme, no quería apurarme. Luego de un par de minutos por fin estaba a solo unos metros de mi auto. La vi. Rose estaba recostada sobre el capó de mi auto, mientras miraba distraídamente su teléfono.

-No te demores o me iré solo-Me imitó con voz burlona y gruesa. Levantó ambas cejas y cruzó los brazos.

No dije nada. Caminé hasta la puerta del piloto y me metí en el auto.

-¿Vas a subir?

Volvió a subir las cejas, esperando algo.

-¿Quieres subir?-Dije resignado.

-Claro, Billy-Sonrió ampliamente y subió al auto-Me gusta cuando los hombres abren la puerta para mí...Es un lindo gesto-Mencionó en cuanto arranqué el auto.

-¿Y? Dile a Harrington y sus amigos que lo hagan la próxima vez que salgan.

-No hay necesidad de decírselos. Ellos SI, son caballeros, Billy...-Dijo con sarcasmo.

-Los felicito.

-...Y saben como tratar una mujer...-Siguió.

-Sabes que no me importa-Le advertí.

-¿Entonces por qué te molesta cada vez que hablo de ellos?

-Porque no me importa-Gruñí.

-Pero te molesta. Osea, que si te importa.

-Que no.

-Si.

-No.

-Si.

-No.

-Si.

-Eres infantil. Max es más madura ¿Lo sabías?

-Solo intenta congeniar contigo.

Fruncí el ceño.

-¿A qué te refieres?

-A que...-Hizo una pausa-Tú eres...-La fulminé con la mirada antes de que pudiera etiquetarme nuevamente con alguno de sus estúpidos apodos-Tú-Concluyó-No eres precisamente la persona más alegre que conozco. Max es un encanto, y es muy amigable. Pero si se comportara como una típica niña de su edad. Con las risas y sonrisas. Si fuera una niña activa y juguetona. De seguro no se llevaría muy bien contigo.

-Eso no es verdad.

-Si lo es.

-No.

-Si.

-No seguiré con esto.

-Porque sabes que tengo la razón.

-No.

-Que sí-Insistió.

-Que no ¡Maldita sea, que no!

-¡¿Por qué eres tan orgulloso?! ¿¡Por qué no puedes admitir que otro tenga la razón?!

-¡Lo admitiré cuando la tengas!

Bufó molesta.

-Eres insoportable-Murmuró.

-¡Tú eres insoportable!-Exclamé.

-¡Yo no soy la que te mando lejos cada vez que intentas hablar como persona civilizada!

-Yo no te mando lejos.

-Cada vez que me acerco a ti, me mandas con Jonathan y sus amigos. Es como si me odiaras.

-Porque así es.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora