당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)

Capitulo 32

Rose:

-Me dijiste que no había nadie más-Murmuró. La decepción mezclada con la rabia en su lindo rostro.

-No sabía que lo había...O sí, pero nunca quise admitirlo-Expliqué rápidamente.

-Me dijiste que querías intentarlo de nuevo...-Prosiguió-¡Me dijiste que me extrañaste! Y yo...yo te confesé todo lo que siento por ti. Aún lo siento ¡Aún lo siento! ¡Te dije que no había podido estar con ninguna otra chica, solo porque no eras tú! Te lo dije...te lo dije...-Dijo con un hilo de voz. Sentí como se apretaba mi corazón.

-Taehyung por favor...-Intenté acercarme a él.

-No, no-Se alejó rápidamente. Dejó caer su cuerpo sobre uno de los sillones del salón.

-Por favor...-Murmuré-Lo siento ¿Sí? Lo siento mucho.

-¿Crees que con eso lo solucionas todo? ¿No? Claro, siempre fuiste así ¡Siempre! Creías que con solo decir lo siento, podrías curar todo. Pues te diré algo querida Rose. Las cosas no son así. Me heriste, y no es la primera vez. Pero nuevamente crees que con decir lo siento es suficiente.

-Eso no es verdad.

-Claro que lo es.

Suspiré. Estaba a punto de estallar.

-Tienes que madurar.

Exploté.

-¡¿Qué quieres Taehyung?! ¡¿Creías que me iba a casar contigo?! ¿Qué te esperaría hasta cuando decidieras regresar? ¡No!

-¡Te ayudé Rose! ¡YO te ayudé! Cuando nadie más estuvo contigo. ¡Nadie! Cuando tú necesitabas a alguien, solo yo estuve ahí ¿Y así me pagas?

-¿Crees que fuiste el único importante? Te recuerdo que yo también estuve ahí cuando tus padres se divorciaron, cuando tu hermano se fue al ejército. Cuando murió tu abuela ¿Quieres que te diga más?

-¡Eres una ingrata!

-¡¿Yo!?

-¡Sí!

-¡Taehyung te lo agradezco! ¡Lo he hecho desde ese momento y siempre te lo he dicho, pero no puedo hacer más! ¡Taehyung entiéndelo, pasó mucho tiempo! ¡Mucho! ¡¿Qué quieres?! ¡Me caso contigo? ¿Me voy a vivir contigo? Dime. Dímelo, dime ¿Qué quieres?

-¡A ti!

-Pero entiéndelo-Tomé aire-Ya no es lo mismo...

-¿Eso quiere decir que ya no sientes lo mismo por mí?

Asentí temerosa.

Taehyung suspiró y dando una larga zancada quedó en frente a mí, lo miré atentamente. Acunó mi rostro y me acercó a él. Me besó con sentimiento y frustración. Se sentía bien, él era maravilloso...pero ya no lo quería como lo quise antes.

Se separó de mi unos segundos después. Me miró expectante, negué lentamente con la cabeza mientras mis ojos se empañaban por las lágrimas. Todo se había perdido.

Sentí como si me diesen una bofetada.

-Taehyung...-Murmuré.

-No digas nada-Se apresuró a responder-No te preocupes ¿Quieres irte con él? De acuerdo, vete. Si eso te hace feliz, pues yo también lo estaré por ti. Pero quiero que sepas una cosa, no importa que ocurra, cuando, como o porque, sabes que siempre estaré para ti. Sabes que mis brazos siempre estarán abiertos para ti ¿De acuerdo? Y no sé como, pero lucharé por ti, porque te quiero. Porque no quiero que esto acabe-Volvió a besarme, esta vez más suave y melancólico. Se apartó de mí-Adiós-Sin decir una sola palabra más, salió de mi casa.

Me quedé ahí, justo en donde él me había dejado ¿Qué acababa de ocurrir? ¿Aún amaba a Taehyung? Aunque me resistiera a la respuesta, sabía que era un no ¿Por qué? Había pasado mucho tiempo...había conocido a Billy.

Mal. Me sentí mal. Pero tampoco había nada que pudiera hacer, simplemente ya no podía quererlo como antes.

Decidí que luego lidiaría con eso. Subí a mi habitación me metí a la ducha, lavé todo mi cuerpo y mi cabello. Salí del baño y me metí entre mis pantalones color verde oscuro ajustados, me puse una blusa sencilla blanca y bailarinas negras. Sequé mi cabello y comencé a aplicarme el maquillaje, me puse máscara para las pestañas y brillo de tono cereza. Alisté mi bolso y cogí mi chaqueta negra ''por si acaso'' Cuando estuve lista fui por las llaves de mi auto para subirme en el.

Me encaminé a casa de Billy, en menos de veinte minutos estuve frente a su puerta. Estacioné mi Volvo donado frente a la casa. Menos de medio minuto después de que toqué, Billy apareció frente a la puerta.

-Hola linda-Me saludó.

-Hola-Sonreí.

-Pasa.

Fui hasta el cuarto de Max. Se veía débil y pálida, estaba recostada en su cama simplemente mirando hacia arriba.

-Hola pequeña...-Murmuré mientras entraba. Ella me miró y me regaló una frágil sonrisa. Me acerqué a ella-¿Cómo te sientes?

Tomó mi mano.

-Un poco mejor.

-¿Ya no te duele?-Me senté junto a ella.

Ella negó lentamente. Sus ojos se cerraron.

-¿Tienes sueño, pequeña?

Ella asintió con la cabeza. Miré a Billy que me hizo una seña con la cabeza, indicando que saliéramos. Cerré la puerta de su habitación tras de mí.

-¿Cómo está?-Le pregunté a Billy.

-Un poco mejor.

-¿Un poco?

-Sí. Tuvo una recaída bastante fuerte, parece que los medicamentos ya no están haciendo tanto efecto.

Me llevé una mano a la boca. Eso no sonaba muy alentador.

-¿Y qué harás?

-No lo sé...el tratamiento es demasiado costoso, no tengo el dinero. No sé que haré-Se escuchaba desesperado.

-¿Cuánto dinero te falta?

-Tengo algo más de la mitad.

-¿Eso es...?

-Me falta...no lo sé. Algo así como el cuarenta por ciento.

-Bien...-Lo pensé un segundo.