Capitulo 39

218 13 1
                                    

Su sostén negro de seda y encaje cayó junto a mi bóxer.

Tomé aire.

Las bragas a juego de ella resbalaron por sus piernas y quedaron alrededor de sus pies.

Miré sus ojos oscurecidos ''Oh, dios...''

Sentí que mis pulmones se cerraban, no salía ni entraba aire allí.

Di un paso hacia ella y la tomé por la cintura, en un movimiento rápido la apegué a mí. Su piel en contacto con la mía. Acaricié su rostro con mi mano libre, puse un mechón de cabello tras su oreja y finalmente agaché mi rostro para besarla. Sus brazos se enrollaron en mi cuello y me jaló más hacia ella. Acaricié su espalda totalmente desnuda, hasta su trasero, pasé mis manos sobre la suave redondez de su trasero y supe que no quería estar en ninguna otra parte, que en su cuerpo.

Se alejó de mí de golpe y antes que pudiera siquiera pronunciar palabra, Rose entró en la ducha hirviente. Me metí junto a ella y cerré la puerta de cristal al entrar. Ella me miraba sonriente mientras llenaba la esponja con jabón líquido.

-Voltea-Me ordenó.

Sonreí y me di la vuelta. Segundos después sentí la esponja viajar por toda la longitud de mi espalda, mis brazos, sobre mis costillas y hasta la espalda baja.

-Voltea-Dijo de nuevo. Volví a hacerlo.

Observé el gesto en su rostro, se veía tan sensual toda empapada. Pasó la esponja sobre mi pecho, abdomen y hasta la cadera. Subió a mis clavículas y mis hombros.

-Listo-Sonrió satisfecha.

-Bien, mi turno-Le arrebaté la esponja y le unté nuevamente jabón. Ella capturó su labio entre sus dientes y me miró con atención.

Puse la esponja sobre su hombro derecho y la empecé a deslizar sobre su clavícula hasta el otro extremo. Bajé por su brazo y nuevamente hacia arriba, por su clavícula para llegar a su otro brazo. Me trasladé a su cadera, su cintura. Pasé la esponja color verde manzana entre el valle de sus hermosos senos. Froté la espalda sobre su pecho y me detuve para mirarla.

Se veía sonrojada y su pecho subiendo y bajando en movimientos rápidos que me delató de su errática respiración. Bien, yo estaba igual.

-Voltea-Le pedí.

Ella giró sobre sus talones y quedó de espalda a mí. Le lavé los hombros por sus omoplatos y toda su espalda hasta llegar al punto en donde nacía su trasero. Sentí como el aire se atoró en mis pulmones y tuve que dejarlo escapar todo.

Dejé la esponja caer sobre el piso la tomé por la espalda, apegándola a mi cuerpo, ella se sobresaltó. Ladeé mi cabeza y la sumergí en el hueco entre su hombro y su cuello. Besé su suave, tibia y húmeda piel de allí. Subí lentamente en un camino de besos por su cuello hasta su oreja. Escuché como suspiró, se tensó en mis brazos.

Acaricié su abdomen y sus caderas. Ella se estremeció.

-Billy...

Besé el lóbulo de su oreja.

-Por favor...no.

Tomé aire profundamente, tal vez ella tenía razón ''eso'' vendría más adelante.

-Bien...lo lamento-Balbuceé.

Ella cerró los ojos e inspiró con profundidad, finalmente me miró.

-Vamos ¿Sí?-Giró la llave del grifo y la lluvia artificial sobre nosotros, cesó.

Asentí torpemente con la cabeza y salí tras ella de la ducha. La observé mientras se envolvía en una de mis toallas azul oscuro y peinaba sus cabellos húmedos con los dedos. Tomé otra de las toallas y la envolví alrededor de mi cadera.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora