Capitulo 49

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Rose:


Las carreteras a las afueras estaban vacías ¿O no?

La luna brillaba hermosa sobre mí y esa era toda la luz que tenía. Pisé el acelerador a fondo y el motor rugió mientras volaba sobre el pavimento.

Y pronto, a mi lado una intensa luz amarillenta me iluminó por completo la cara. No era la luna o un farol en la carretera. Para cuando pude voltear a ver un enorme camión rojo estaba junto a mí. El sonido de la bocina me ensordeció, el tiempo que la luz me encegueció y todo fue muy rápido. El camión chocó contra mi puerta. Sentí un terrible dolor en mi pierna. Oí el cristal reventar y el sonido de la lata al ser contraída. Las llantas y el metal de mi auto rasparon contra el pavimento, sé que me movía. Me habían arrollado. No pude ver nada más. Mi mundo se dilató en un pequeño y brillante punto en medio de la oscuridad, tan lejos de mí. Y pronto. Todo se apagó.


Billy:

No podía parpadear. Mi cuerpo estaba entumecido. Ahora estaba totalmente sobrio. Dejé caer el teléfono.

-¿Qué ocurrió?-El hombre me miró con preocupación.

-Rose...Rose está grave en el hospital...tuvo...tuvo un accidente en su auto.

Él se tapó la boca.

-¿Tu novia?

Asentí.

-Debo irme-Me puse en pie del asiento-¿Cuánto es?

-Tranquilo-Dijo con comprensión-Ve con ella-Asintió con la cabeza. Me di la vuelta y corrí a mi auto. Tal vez iba tres o cuatro veces por encima del límite de velocidad. No me importó. En menos de diez minutos estaba en la entrada de urgencias del hospital. Buscaba frenéticamente a alguien que me pudiera dar respuestas. Estaba empapado en sudor, sentía las gotas correr por mi frente y espalda. Me temblaban las piernas y no sentías las manos. Tenía náuseas, sentía el corazón latir en mi garganta, los oídos inflamados y el dolor en el pecho me iba a matar. Me sentía enfermo. Tomé del brazo a un pequeño hombre uniformado de enfermero.

Él me miró con ojos como platos.

-Necesito saber de Roseanne Park.

-No sé quien sea ella. Pero puede preguntar a uno de los doctores de planta.

Me giré y corrí adentrándome en el lugar. No veía a nadie. No pensaba con claridad. Mi vista nublada y mi cerebro en corto. Llegué al fondo de la sala y frené cuando vi a los padres de Rose. Allí estaban ellos...y Taehyung. Me acerqué y la madre de Rose subió su vista para percatarse de mi presencia. En cuanto me vio, salió de los brazos de su esposo y se acercó a mí con el desprecio en su rostro.

-¡TÚ! ¡Tú le hiciste esto a mi niña! ¡Tú la mataste! ¡Es tu culpa!-Su mano voló con fuerza inhumana a mi rostro repetidas veces. Ella lloraba incontrolablemente.

El padre de Rose la agarró por detrás para controlarla. Ella se relajó y bajó los brazos para después soltar un desgarrado y doloroso sollozo. Él me miró y negó con la cabeza, llevó a la madre hasta las sillas en las que se encontraban y volvió a sentarse junto a ella.

No entendía nada ¿Por qué su madre me había culpado a mí? ¿Por qué había dicho que yo...la maté? Unos segundos luego, Taehyung se puso en pie y caminó hasta mí. Se veía pálido y agotado.

-¿Qué demonios está ocurriendo?-Le preguntó.

Los músculos de su rostro se tensaron.

-¿Es que acaso no sabes? Rose fue arrollada en su auto.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora