Capitulo 46

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-¡¿Qué?!-Ahora, sus ojos como platos.

-Sí...-Murmuré-No sé que haré.

-Tranquilo-Suspiró-¿Cuando?

-No lo sé. Esta mañana llegó una carta del banco. Ya es un hecho, en cualquier momento podrían llegar con una orden y sacarme de casa.

Se llevó la mano a los labios.

-Dios...¿Y tienes donde más quedarte?

-No-Cerré los ojos-¡No! ¡Maldición!-Le pegué con fuerza al volante-No tengo a nadie-Concluí luego de unos segundos.

-¿No tienes tíos, primos o algo así?-Preguntó suavemente.

-¡No. Tengo. A. Nadie!-Grité. Vi el rostro de Rose, se veía sorprendida. Pero no porque no tuviera a nadie...sino porque la había gritado.-Lo...lo siento, linda. No quise gritarte-Balbuceé.

-Tranquilo-Respondió insegura.

Tomé aire.

-Billy-Dijo luego de un rato.

-¿Qué ocurre?

-Quédate en mi casa.

-¿Qué?-Volteé a verla-No, no, no.

-Si. Billy. Si hay suficiente espacio; tenemos una habitación de huéspedes con dos camas, ahí podrían quedarse Max y tú. Además estoy segura que mis padres no tendrán problema con que te quedes ahí...y nunca están en casa.

-No.

-¿Por qué no?

-Porque no quiero hacerte parte de mis problemas. Mucho menos llegar a vivir a tu casa.

Ella suspiró frustrada. Desabrochó el cinturón de seguridad y antes de que pudiera decir algo giró y se sentó a horcajadas sobre mí.

-¿Cuando vas a entender? Que tus problemas también son míos. Ahora estamos juntos...y estamos juntos, frente a todo.-Puso sus manos a cada lado de mi rostro.

-Pero no quiero incomodar en tu casa.

-Ya te dije que hay suficiente espacio.

-No quiero hacerte preocupar.

-Estaría más preocupada sin saber a donde vas.

-¿Y si voy a un hotel?

-No te dejaré gastar dinero en un lugar donde dormir, sabiendo que puedes quedarte cómodamente y sin pagar en mi casa.

Vacilé por unos segundos. Ella tenía razón, si iba a un hotel tendría que pagar y ni siquiera sabía cuanto estaría fuera. Mejor, podría gastar ese dinero en otras cosas, como un regalo para Rose o Max. Además, quedándome en casa de Rose estaría cerca de ella las 24 horas.

-Bien.

-¿En serio?-Sonrió.

-Sí. Me quedaré en tu casa.

-¡Genial!-Exclamó y la empujé hacia mí para cubrir sus labios con los míos.

-Gracias Rose. Te amo-Susurré contra su boca.

Ella sonrió y volvió sus labios a los míos.

Acaricié con mis manos sus espalda y estuvimos así un rato, hasta que un auto pasó junto a nosotros tocando la bocina. Vergonzoso. Rose bajó de mis piernas riendo y seguimos el camino hasta el hospital.

Rose fue por Max y sus cosas mientras yo firmaba los documentos de salida. Luego de eso, los tres abordamos mi auto.

-¿Quieren ir a almorzar? Yo invito-Propuso Rose.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora