Capitulo 25

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-Ya verás.

Fruncí el ceño en algo parecido a un puchero.

-Es una sorpresa. No lo arruines-Dijo.

-Bien...

El camino pasó en silencio. Recibí un mensaje de Taehyung.

''Hola nena. Solo quería saludarte ¿Cómo estás? ¿Qué hay de nuevo? ¿Dónde estás?''

''Oh no'' Pensé ¿Qué se supone que debía decirle? ¿''En una cita con el chico que me gusta''? No. No estaba.

''Hola Taehyung. Genial ¿Y tú? No hay nada nuevo, estuve todo el día viendo la televisión. Acabo de salir'' Respondí. Esperé que no hiciera más preguntas.

''Suena bien ¿A qué hora llegarás mañana a casa?'' Recibí al instante.

''Mañana saldré temprano de la universidad porque habrá junta de docentes. Así que llegaré alrededor de las una''

''Perfecto ¿Almuerzas conmigo?''

''Claro'' Me sentía terrible.

''¿Paso por ti a las una y media?''

''Puedo ir caminando Taehyung''

''¡Quiero pasar por ti! ¿Acaso no puedo recoger a mi chica?''

-¿Ocurre algo?-La voz gruesa de Billy me asustó. Rápidamente guardé el móvil en mi bolso.

-N-N-No-Balbuceé.

-Bien. Llegamos-Dijo con tono frío. ¿Y qué había hecho yo? ''Que complicado eres, Hargrove...''

Bajó del auto pero esta vez no se tomó la molestia de abrir mi puerta. Puse los ojos en blanco y me aproximé hasta su lado. Tampoco tomó mi mano. Volví a poner los ojos en blanco.

Entramos a un hermoso local. quedaba por encima del nivel de la ciudad, sobre la montaña. Estaba decorado el exterior con un bonito toldo color vino sobre la puerta. Luces doradas y miles de plantas. Parecía caro. Billy le indicó al anfitrión en la puerta su reserva. El hombre asintió y nos guio hasta un pequeño salón apartado del resto del restaurante. Una enorme ventana panóramica ocupaba toda una pared y desde allí se podía ver toda la ciudad alumbrada con las luces de la noche. Había una mesa en el centro. Dispuesta con dos velas y dos puestos. Un enorme ramo de rosas grandes, rojas y redondas en el medio. Botellas de vino, copas y servilletas perfectamente dobladas.

-Billy...Esto es hermoso...-Murmuré con un hilo de voz. Creía que eso de las cenas románticas solo ocurría en las películas. Tan pronto como el mozo se hubo ido me abalancé sobre Billy para abrazarlo. Nada podría superar eso-Gracias...-Susurré.

-No hay de qué.-Lentamente me separó de él y besó mi frente.

-Nunca habían hecho algo así por mí-Admití con vergüenza.

-Me alegra tener el honor de ser el primero.

''Y espero que el único''

Tomamos asiento en nuestros respectivos puestos y pronto el mesero se acercó con dos copas de champán rosa. Delicioso.

-¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?-Pregunté antes de acercar la copa a mis labios.

-No lo sé.

Me encogí de hombros.

-De ti-Dijo antes de poner un sorbo de champán en sus labios.

-¿De mí?-Sonreí.

Billy asintió con la cabeza.

-¿Qué quieres saber de mí?

Bajó la mirada a la copa de champán que ahora estaba sobre la mesa. Pensando.

-¿Chocolate o vainilla?

Preguntó con una sonrisilla traviesa jugando en sus labios.

-Definitivamente chocolate.

Billy sonrió.

-Uhm...¿Frío o calor?-Pregunté yo.

-Depende-Respondió.

-¿De qué?

-De quién, cuando y porque sienta frío o calor.

-¿Si soy yo?

-Definitivamente calor-Dijo con mirada seductora.

Al instante la temperatura subió. Me acomodé en mi silla y me aclaré la garganta. Sentía que me ahogaba y el corazón me palpitaba en los oídos. Estaba coqueteando. Bien, dos podían jugar ese juego.

-¿Día o noche?-Preguntó.

-Depende.

-¿De qué?-Cuestionó divertido.

-De quien, donde y como pasé el día o la noche-Respondí en tono coqueto.

-¿Y si soy yo?

Sonreí  con malicia.

-Definitivamente noche-Mordí mi labio inferior.

Billy sonrió ampliamente y negó con la cabeza.

-¿Qué intentas Rose?

-¿Yo?-Dije con inocencia.

Luego ambos reímos.

Era momento de entrar a algo más serio.

-¿Te gusta Carver?-Su sonrisa se ensombreció.

Suspiré. Venía lo difícil.

-No...Ya no-Admití.

-¿En serio?

-Sí-Sonreí tímidamente.

Billy asintió, satisfecho.

-¿Por qué haces esto?

-¿Qué cosa?

-La cena...El restaurante. Todo esto. Sabes que yo me hubiese conformado con una pizza y soda frente a la televisión.

Billy sonrió.

-No lo sé.

''Por ti'' Era todo lo que quería.

Asentí.

-¿Qué opinas?

-¿De qué?-Respondí.

-De mí.

''Oh...''

Tomé aire.

-Eres...Eres un chico encantador. Eres generoso, tierno y entregado. Me agrada cuando no estamos peleando...La paso genial contigo.

Vi una mirada diferente en los ojos de Billy, una mirada que no era de desagrado o desprecio. Era algo totalmente distinto. Un brillo en sus espectaculares ojos azules.

-¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Qué opinas de mí?-Bebí otro sorbo de champán.


당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora