Capitulo 34

253 16 2
                                    

Ella se quedó pasmada, observándome con atención, no parpadeaba, no movía un solo músculo, no estoy seguro de que si quiera hubiera respirado. Después de unos segundos sus ojos se cristalizaron y su rostro se partió en una sonrisa.

-No me importa que no seas perfecto, ni el hombre perfecto sabría enamorarme como tú. Y tú...tú eres quien me quita el sueño y conquista mi corazón a diario, eres quien me acepta, caprichosa y pesada, con todos mis defectos te quiero a ti y a nadie más. También te quiero, necesito y deseo. Por supuesto que si.-Mordió su labio inferior intentando contener las lágrimas.

La observé.

-Bien, se supone que debería darte un anillo...no tengo uno, pero quiero que tengas esto-Con cuidado me retiré la cadena de platino que alguna vez mis padres me regalaron antes de morir. Era una cadena delgada y brillante, con una pequeña medalla que tenía trocada una cruz-Siempre dijeron que me protegería de cualquier cosa que me pudiera pasar...que siempre que tuviera esto un ángel estaría conmigo-Llevé sus manos a mis labios para poder besarlas-Pero ya tengo un ángel conmigo, no necesito a otro-Sonreí. Una lágrima escapó de sus ojos. Ella levantó su cabello y yo le puse la cadena. Sostuvo el dije entre sus manos.

-Es hermoso Billy.-Murmuró.

-Juro que te compraré un anillo-Sonreí, ella también me regaló una pequeña sonrisa.

-Con esto es más que suficiente-Metió la cadena entre el cuello de su camisa y luego volvió a mirarme.-Gracias.

-Quisiera poder darte algo mejor pero...

-Cállate-Me interrumpió-No hay mejor regalo que este ¿Entendiste?

Sonreí.

-Claro.

Me abrazó y nos quedamos así...unos minutos. En silencio, solo sintiendo el uno al otro.

-Billy...

-¿Sí?

-Tengo hambre.

Reí.

-Yo también.

-Vamos-Se puso en pie y me tendió su mano, la tomé. Pero no la solté, ella sonrió y caminamos hasta la cocina.

-¿Qué quieres comer? Soy un gran cocinero-Dije orgulloso.

Ella rió.

-Sorpréndeme chef-Bromeó.

-Sus deseos son órdenes, señorita.

Ella sonrió y yo me destiné a comenzar con un gran almuerzo para mí, mi hermana y mi...novia.

Saqué el pollo de la nevera, lo puse con verduras y papas al horno, mientras hice algo de ensalada y preparé la salsa de vino y ciruela. Cuando todo estuvo listo serví tres platos.

-Vamos a comer con Max-Propuso ella.

-¿Segura?

-Claro-Sonrió.

Puse los platos en una bandeja y fuimos a donde Max. Mi hermana, por supuesto comió sentada en su cama. Rose en la silla junto a ella y yo en el suelo, frente a las dos.

-Esta delicioso, Billy-Habló Rose.

-Gracias-Sonreí-Te dije que era un gran cocinero-Le guiñé, ella sonrió.

Max nos miró en silencio, a Rose y a mí consecutivamente. Con ojos como rendijas y luego sonrió.

-Así que...-Comenzó a hablar mi hermana-¿Cómo va todo en la universidad ángel?-Miró a Rose. Ella se atoró con el bocado en la boca y empezó a toser. Después de recuperarse observó a Max con los ojos como platos-¡Oh, vamos chicos! Estaban detrás de mi puerta ¿Cómo esperaban que yo no escuchara?-Rose me echó a ver inmediatamente.

-Y...¿Qué opinas? Sobre Rose y yo-Le pregunté.

-Es genial...Billy, por favor no lo arruines, no la dejes ir. No la lastimes-Me pidió. Rose sonrió.

-Por supuesto que no-Miré a mi chica, ella me regaló un ''te quiero'' mudo.

Max aplaudió emocionada.

-¡Qué bonito!-Los tres reímos.

La tarde la pasamos los tres viendo televisión en el salón, comiendo palomitas y siendo molestados por Max, al caer la noche, ya era momento de que Rose se fuera.

-Bien, creo que ya es momento de irme, mañana hay clases-Hizo un gesto.

-¿No te quedarás conmigo esta noche?-Hice un puchero y ella sonrió.

-Mañana hay clases-Repitió-Hay que madrugar.

Guardé silencio.

Se plató en frente mío y se agachó para quedar a mi altura.

-Pronto tendremos la semana de vacaciones por fil del periodo...solo hay que esperar-Tocó la punta de mi nariz con su dedo índice.

Era verdad, solo faltaban tres semanas antes que nos dieran diez días de descanso gracias a que se acababa otro periodo de clases. Después de eso venía la fiesta de fin de año ''Sandeces'' que era donde todos los hombres tenían la oportunidad de llevar a una chica a la fiesta... y luego a su cama. Pero antes un par de semanas realmente inútiles de clases, y por fin acabábamos.

-Bien. Me voy. Adiós pequeña-Besó la cabeza de Max.

-Adiós Rose-Respondió sonriente.

Me miró.

Me puse en pie.

-Adiós-Sonrió y se puso de puntillas para besar mi mejilla.

-Adiós-Respondí.

-Oh ¿En serio?-Se burló Max.

Rose rió y me miró expectante. Acuné su rostro entre mis manos y la besé con suavidad.

-Adiós ángel...-Susurré sobre sus labios.

-Adiós-Sonrió y giró sobre sus talones para irse.

-Ustedes dos son adorables-Comentó Max una vez Rose se fue.

Reí.

-Me alegra escuchar eso.

-¿Qué harás mañana? ¿La presentarás como tu novia?

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora