Capitulo 10

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-Porque...-De repente su voz fue solo un susurro-No lo sé. Solo sé que desde que te vi, yo...quise saber más de ti-Guardó silencio-Sé que guardas muchos secretos...te ves tan misterioso y apartado. Sé que bajo esa corteza que aparentas de chico rudo y fuerte, hay un chico que tal vez solo necesita algo de atención. Y ahora lo sé...tu hermana...su enfermedad.

-¡Yo no necesito atención! ¡Ni tu maldita compasión! ¡Y no vuelvas a mencionar a mi hermana y su enfermedad nunca! ¿¡Me escuchaste?! ¡Nunca!-Grité. Ella me miraba con ojos enormes, dio un paso hacía atrás. Como temiendo que fuera a lastimarla.

Yo nunca, nunca lastimaría a físicamente a una mujer.

-Yo s-solo quiero ayudarte...-Murmuró.

-No necesito de tu ayuda-Gruñí-¡Ni la de nadie! ¡He estado solo por los últimos años, podré seguir haciéndolo!

-Billy, escucha...-Nuevamente se acercó a mi, temerosa.

-¡No, no quiero escucharte! No necesito de tu lástima, no necesito de tu ayuda ni compresión-Me alejé de ella y retomé mi camino. Recordé algo, volví frente a ella. Me miró anonadada-Y bajo esta corteza no hay nada. Este es Billy, es lo que hay.

Ella frunció el ceño y negó lentamente con la cabeza.

-Yo sé que no ¿sabes? Tú mismo verás que me encargaré de conocerlo. De sacarlo de allí-Señaló la zona sobre mi corazón con su dedo índice.

-Suerte con eso.

-Lo mismo digo, Hargrove-Dijo desafiante.

-No. Me. Llames. Así-Le advertí-Odio que me llamen Hargrove.

-¿Ah sí? Hargrove, Hargrove, Hargrove-Arqueó una ceja y salió caminando con aire hacia la cafetería.

Entré a la cafetería. El ruido de todas las voces que hablaban en ese espacio cerrado era increíble. Saqué mi iPod del bolsillo de mi chaqueta. Conecté mis audífonos y me perdí en mi propia realidad. Pagué por mi hamburguesa y saqué una soda de la máquina dispensadora. Como siempre, me senté en una mesa solo, al fondo, donde ninguno de los ''populares'' estaba dispuesto a sentarse. Vi a Rose entrar junto con Harrington y Byers a sus espaldas; como sus perritos falderos. Esperando a que ella les arrojara cualquier hueso. ''Pobres imbéciles'' Por el gesto que hizo Byers, supuse que le estaba invitando su almuerzo ''Que caballero'' pensé.

Harrington y Byers se adentraron en la fila y rápidamente, como polillas a la luz, las chicas en minifalda y botas de cueros los rodearon. Vi a Rose reír ante la escena, yo también quise reír. Le indicó a Steve que se sentaría en una de las mesas vacías en medio de la cafetería y él asintió.

Se sentó sola en la mesa. Miraba alrededor. Nada interesante. Estaba justo en medio de mi línea de visión. Podía verla sin que ella me viese, un chico podía tapar mi rostro de la visión de ella. Vi a Carver entrar en la cafetería, le dirigió una mirada a Rose y comenzó a caminar hacia su mesa. Justo cuando volví mi vista a ella, sus ojos encontraron la forma de conectarse con los míos, el chico que me ocultaba había desaparecido. Justo antes de que Carver pudiera acercarse a ella por detrás, Rose se puso de pie.

Maldición, venía hacia mi mesa.

-Hola Billy-Se sentó frente a mí.

Me limité a observarla. Retiré mis audífonos.

-¿Qué quieres?

-Solo quise venir a acompañarte-Encogió los hombros.

-Ya te dije que no necesito tu lástima o compasión.

-No es lástima ni compasión. Solo que te vi y pensé en acompañarte durante el almuerzo.

-Pues-Hice una pausa-A mi no me importa si me acompañas. de hecho no quiero que me acompañes. Además tu tres perritos falderos están esperando por ti en aquella mesa-Señalé con mi dedo hacia la mesa donde Harrington, Byers y Carver estaban sentados-No querrás ser descortés con ellos ¿O si?-Arqueé las cejas-Mejor vete con ellos, antes que la legión de esqueletos en minifaldas los ataquen.

-¿Cuántas veces te he repetido que ninguno de ellos significa nada para mí?

-¿Cuántas veces te he repetido que no me importa?

-Imbécil.

-Fastidiosa.

-¡Solo quería hacer algo bueno por ti!

-¡No. Me. Importa! No quiero que hagas nada bueno por mí. No me interesa que hagas nada bueno por mí ¡No lo necesito!-Exclamé haciendo que todos los presentes dirigieran sus ojos hacia mí.

-¡¿Por qué tienes que ser tan orgulloso!? Todo el mundo necesita algo de ayuda en algún momento.

-Pues yo no soy como todo el mundo-Me puse en pie de la mesa y comencé a caminar hacia la salida de la cafetería.

-Precisamente por esa razón quiero ayudarte-Su voz vino a mis espaldas.

-¡No quiero tu maldita ayuda!

-¡¿Por qué no?!

-Porque soy lo que soy. Nadie puede cambiarme ahora, soy Billy y soy así. ¡No importa cuanto lo intentes!

-¡No quiero cambiarte! Solo quiero que seas mejor. Yo sé que dentro de ese escudo de piedra que tienes, hay un chico que ama a su hermana como a nadie en este mundo, y sé que ese chico también puede tener sentimientos.

-¿Y a ti que te importa ese chico?

-Solo quiero conocer al verdadero Billy.

-¿Por qué? No he hecho nada para llamar tu atención.

-Por eso. Porque no eres como todos los idiotas que hay en esta universidad. Porque no quieres solo llamar la atención de las chicas. Porque no solo te acercas a ellas para poder tenerlas en tu cama a los cinco minutos.

-¿Quién dice que no me acerco a ellas para poder tenerlas en mi cama?-Arqueé una ceja desafiante.

-Sé que no te conozco. Pero sé lo suficiente de ti como para darme cuenta de que no eres esa clase de hombre-Explicó.

-Tienes razón.

-¿Ves?-Dijo con suficiencia.

-No me conoces-Concluí.

-No finjas Hargrove-Dijo con los ojos como rendijas.

-Entonces tú no finjas interesarte por las personas.

-¡No finjo!

-¡Maldita sea!-Me llevé las manos al cabello, exasperado-¿Por qué demonios tienes que interesarte por mí?

-¿¡Por qué te molesta tanto?!-Exclamó.

-¡Todos necesitamos a alguien!

-Pero yo no te necesito a TI-Subí la voz.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora