Capitulo 54

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-¿Estás nerviosa?-Volvió a acomodar mi velo.

-Muero de nervios-Sonreí detrás de la delgada cortina blanca.

Sonrió y me dio la mano para hacerme girar. Quedé de frente al enorme espejo en la habitación.

-Mírate estás tan hermosa. Siempre esperé a que llegara este día-Las lágrimas le cristalizaron los ojos.

Y me miré en el espejo. El velo entraba a mi cabello con una hermosa pinza con flores de cristal. Mi cabello recogido suavemente tras mi cabeza y mi vestido. Era perfecto. El corsé se ajustaba hasta un poco más debajo de la cintura, y estaba cubierto por encaje blanco, subía por mis hombros y dejaba mi espalda al descubierto abertura absolutamente hermosa. Abajo, la falda no era muy grande, el delicado tul caía suave como el agua hasta formar una larga cola, que terminaba en un bordado que combinaba con la abertura de la espalda, tras de mí. El mismo bordado en la cola de mi vestido, estaba presente en el velo, solo que el velo brillaba con los diminutos cristales.

Levanté el velo y comprobé que mi maquillaje siguiera en orden.

Volteé a verla. Ella sonreía con lágrimas en sus ojos.

-¡Oh mamá no llores!-La abracé.

-Es solo que no puedo creer que este día haya llegado.

La abracé con más fuerza. A pesar de las peleas y todo, amaba a mi madre con todas mis fuerzas.

-Solo falta algo...-Murmuró y se dio la vuelta. Caminó hasta una mesilla que había ahí. Tomó el pequeño cofre sobre ella y lo abrió. Sacó un hermoso collar de perlas y caminó hasta mí.

-Con este me casé yo-Sonrió y se posicionó tras de mí para ponerlo.

Acaricié las perlas sobre mi pecho.

-Gracias mamá. Es hermoso-Le sonreí de vuelta.

Ella acarició mi brazo en silencio.

La puerta se abrió.

-Bien, ya es hora.

Él estaba entre su esmoquín negro, con un chaleco bajo el saco y un corbatín negro también.

Él no podía ser mi padre, mi padre biológico. Pero como él mismo me dijo una vez ''padre no es el que engendra, padre es el que cría'' Así que eso era él, era mi padre.

-Anda-Murmuró mi madre mientras me daba el enorme buqué de flores. Todas iban desde el blanco, por el rosa hasta el fucsia. Era sencillamente exquisito.

Caminé hasta mi padre y enganché mi brazo con el suyo.

-¿Lista?-Me preguntó mientras caminábamos por el corredor de la casa. Íbamos hacia la puerta trasera que guiaba al jardín. Donde se estaba celebrando la ceremonia...donde Billy me esperaba.

-Sí, solo un poco nerviosa.

-Tranquila. Es lo normal, estas por dar un gran paso en tu vida.-Sonrió.

-Así es. Y estoy totalmente lista.

-Escucha Rose. Puede que no seas mi hija, pero en verdad te quiero como si lo fueras.

-Lo sé. También te quiero, papá.

Le sonreí con afecto.

-Estoy lista-Max apareció junto a nosotros, con su pequeña canasta llena de pétalos rosa y su vestido beige. Se veía adorable con la corona de flores y el lazo en su vestido. Sonrió emocionada.

-Muy bien, mi damita de honor. Vamos-Ella tomó lugar frente a nosotros.

Bajamos las escaleras. Caminamos por el living y por fin llegamos a la puerta. Sentía mi bilis en la garganta y el corazón me latía en los oídos. Tomé aire por última vez y salimos de la casa.

당신을 사랑하자 (Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora