Premier Chapitre

1.1K 105 63
                                    

¿Qué me deparaba la vida ahora que había dejado todo atrás? Incluido mi apellido había sido reemplazado. Soy consciente de las causas, pero empezar a vivir con personas que no tengo la menor idea de cómo me recibirán era una completa tortura.

Odiaba sentirme de esta manera: angustiada, triste, enojada, pero sobre todo temerosa.

Nunca me consideré una chica que tuviera miedo, me habían educado para siempre ser valiente y aventurera. Ahora eso quedó atrás.

—Excelente, más titulares con mi apellido en ellos —una voz masculina me hizo salir de mis pensamientos.

—¿Qué es lo que le molesta? —espeté de manera respetuosa.

El hombre que estaba sentado a mi lado dejó los periódicos a un lado para clavar su mirada oscura y profunda en mí. —Todo —respondió intentando contener el enojo que evidentemente crecía cada vez más.

—Señor...

—¿Qué hablamos al respecto? —me interrumpió enseguida.

El tono de voz que utilizó no fue severo ni malicioso, simplemente amable, debía acostumbrarme, era raro dirigirme a él como se debía, sobre todo porque durante este viaje ya habíamos tenido una charla muy seria al respecto.

—Lo siento —respondí tras dar un suspiro.

—Entiendo que es reciente, pero tienes que recordar que ya no debes y no puedes tratarme de usted.

Llevarle la contraría era iniciar una discusión perdida así que me limité a asentir. Mi mente de nuevo se volvía un bombardeo de dolor y miedo por lo que tuve que pasar, cosas que una joven de mi edad no debía de vivir jamás.

Me estremecí al evocar involuntariamente esos recuerdos, así que en un intento por calmarme me acomodé en mi asiento de tal manera que se me hacía cómodo mirar por la ventana del avión privado en el que viajábamos.

Qué error, eso no me ayudó, sino que me puso más alerta e inquieta.

—¿Londres? ¿En serio? —alcé mi voz al darme cuenta de que estábamos sobrevolando en la ciudad británica.

Esto debía ser una broma.

Volteé a verlo esperando su respuesta, pero su rostro no reflejaba ni un ápice de diversión, por el contrario, había un ceño un poco pronunciado en su frente.

—Por ahora es lo mejor. Además, necesito poner todo en orden.

—Señ... —me detuve al notar su ceja enarcada por la manera errónea a la que me iba a dirigir—. Elijah ¿En serio crees eso?

Elijah bajó la mirada y negó con una risa. Por alguna razón lo que dije le hizo bajar ese mal humor, sin embargo, no quitaba que yo aún estaba seria.

¿Qué le hizo reír?

—¿Qué es gracioso? —cuestioné con preocupación.

—Que me llames por mi nombre —intentó suprimir su sonrisa—. Supongo que es un avance —respondió.

—No es fácil —confesé mientras me acomodaba inquieta en mi asiento.

—Lo sé, pero tienes que esforzarte más.

—Sus hijos no estarán contentos —la sinceridad de mis palabras hizo que se tensara.

—Soy consciente de ello —el hombre cruzó una de sus piernas con elegancia y dejó salir un suspiro—. Sin embargo, han manchado el apellido de la familia y han hecho un desastre con mi empresa.

Entendía a la perfección sus razones, pero teníamos un plan y en este momento no era muy buena con los cambios, ya había tenido suficientes.

De nuevo sobrepensaba en lo reciente de la situación: sus gritos, sus empujones y su muerte. Mi mente le estaba dando el poder al temor que me paralizaba poco a poco como una enfermedad.

Sinners HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora