Daemon Mason
Entrar a Derwent Memorial y burlarme de los guardias de seguridad resultó ser un juego de niños. Sin embargo, lo que realmente me inquietaba era la idea de encontrarme con Anya manteniendo la apariencia que tenía. La astucia de este plan radicaba en que mi aspecto era idéntico al de Theodore, por lo que todos los presentes veían a mi mejor amigo en lugar de a mí.
La seguridad en el cuarto piso era aún más rigurosa que en los niveles anteriores, con agentes de élite vestidos de civil, cuya única identificación eran los tatuajes en sus muñecas. Sin embargo, identificarlos era un juego de niños, lo que facilitó mis movimientos y me dio la confianza necesaria.
A medida que me acercaba a la habitación, me llevé una sorpresa en la sala de espera. Mis tíos, junto a mis primos y mis padres, estaban inmersos en una conversación que no lograba comprender del todo, pero era evidente que mi padre estaba molesto. No podía evitar preguntarme qué había cambiado en ellos para que estuvieran allí, especialmente en el caso de mis tíos y mi padre. ¿Estaba teniendo alucinaciones?
Independientemente de lo que estuviera sucediendo, sabía que podría averiguarlo más tarde, ya que en ese momento era crucial ver a Anya. Además, la poción que había tomado estaba perdiendo efecto, había tomado una pequeña dosis que me daba los minutos necesarios para entrar, y eso era todo lo que necesitaba.
Derwent Memorial era el único hospital de Londres preparado para tratar desde ataques mágicos severos hasta afecciones menores. Aunque su fachada parecía engañosa, por dentro era un lugar amplio, con múltiples pisos y pasillos.
Esta noche, la suerte parecía estar de mi lado, ya que pude ingresar a la habitación de Anya sin ningún problema. Además, la poción perdió su efecto justo a tiempo, y mi apariencia de Theodore Davis desapareció, lo cual fue un alivio, ya que no quería acercarme a ella luciendo como otra persona.
En la habitación, encontré a Anya recostada en la cama, rodeada de miles de partículas mágicas doradas contenidas en una cámara. Un tablero junto a la cama monitoreaba sus signos vitales. A simple vista, parecía estar durmiendo, como en tantas otras noches que habíamos compartido juntos. Sin embargo, en el fondo, sabía que no era el caso.
Mi corazón latía cada vez más rápido a medida que me acercaba a su cama.
Fui increíblemente ingenuo al desarrollar una dependencia y una obsesión hacia Aliza. Harlee intentó advertirme sobre esto mucho tiempo después de que comenzara a cambiar, y Amelia también lo hizo antes que mi exnovia. En ese entonces, me resultaba difícil comprender las razones, ya que estaba profundamente involucrado con los discípulos de Manon, y Aliza parecía ser mi único apoyo.
Me dejé cegar al punto de permitir que un deseo sexual falso nublara mi juicio. Fue un error terrible dejar que mis acciones dictaran mi comportamiento.
Por otro lado, Anya me sacó de mi ensimismamiento al negarse a hablarme, al mostrarse como ella misma sin demostrar ningún interés en mí. Su sencillez me recordó al chico que solía ser antes de toda la confusión. Ese amigo leal que se había enamorado de su amiga, aquel que no fue apreciado por muchos debido a sus acciones hacia quienes consideraba inferiores.
Debí haber visto a Anya como a mi tía, como parte de la familia Mason, en lugar de verla como una mujer, mi mujer, mía. Estoy consciente de que expresarlo en voz alta la hacía sentir incómoda, como si la considerara una posesión, pero no puedo seguir callando esto, especialmente cuando sé que mi primo busca cualquier excusa para acercarse a ella y conquistarla.
—Ángel, por favor, despierta. Te necesito. —Sujeté su mano y le di un beso en el dorso.
Ella se veía tan adorable, pero esa imagen se oscurecía cuando recordaba que su lucidez estaba pendiendo de un hilo debido a que la magia estaba actuando lentamente. ¿Cómo podía haber ocurrido un accidente así? ¿Por qué Mark no utilizó algún hechizo protector? Él estaba entrenado para protegernos y conocía las medidas de seguridad.
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Sinners Heart
Fantasy[+21] Mason era uno de los apellidos más respetados y poderosos que se escuchaba alrededor del mundo, pero las decisiones de esta familia no solo provocaron el posible quiebre de su imperio sino el posible exilio del mundo mágico al que pertenecen. ...