Anya Mason
Dulces y apacibles sueños habría tenido si no fuera por ese rubio que se empeñaba en corromperme y tentarme. Apenas había transcurrido un día desde nuestro regreso a Londres, y podría decirse que, en general, había dormido bien, si no fuera porque gran parte de mi tiempo lo pasé entre las sábanas de Daemon.
Al menos esta mañana era diferente, ya que ahora era él quien se encontraba bajo mis sábanas, después de que anoche vinimos a mi departamento. En ese momento, no me pareció una mala idea en absoluto; digamos que la dopamina me mantenía en un estado de felicidad, así que terminé compartiéndole detalles sobre mi departamento.
Él quería venir, y yo deseaba mostrarle el lugar.
¿No es extraño, verdad? Este lugar debería haber sido un refugio de escape de toda la familia, incluyendo a Daemon, y ahora, irónicamente, lo había impregnado con su esencia.
Mis respiraciones eran serenas; había estado despierto durante un tiempo, aunque todavía mantenía los ojos cerrados. A mis espaldas, sentía el calor de su presencia y escuchaba su respiración, tranquila.
Estaba acostumbrada a estar sola, a no compartir mi espacio y mucho menos mi cama. En mi pasado, ni siquiera pasé noches junto a quien era mi pareja, ya que siempre se marchaba después del sexo
Así que saber que él estaba a solo unos centímetros de distancia es reconfortante; en otras palabras, es como la música tranquila que suelen poner para ayudar a conciliar el sueño. Todo era sumamente extraño, pero al mismo tiempo se sentía normal
Daemon me hacía sentir viva, tanto que mi confianza parecía renacer con fuerza, incluso cuando sabía que corría el riesgo de salir lastimada.
«—Tu cuerpo es exquisito –susurré mientras dejaba besos por mi abdomen.
Tiré de su cabello para que me mirara.
—Eso lo dices porque estás embelesado por el orgasmo que acabas de tener.
—Mentira, y lo sabes –él apartó mi mano y subió hasta mis pechos–. Mujer con poca confianza en sí misma.
La punzada que sentí hizo que desapareciera mi sonrisa.
—Anya, no solo eres hermosa físicamente, te lo aseguro.
—Adivino, ¿también soy hermosa por dentro? –pregunté con sarcasmo.
—Por dentro, estás llena de mi semen –abrí la boca, sorprendida por lo que dijo.
Daemon se acercó más hasta que su rostro estuvo al nivel del mío.
—Ves, ahora estás sorprendida –dijo, dando un leve toque en mi barbilla para que cerrara la boca—, pero no es mentira.
—¿Que no es mentira?
Dio un suspiro profundo antes de acariciar mi rostro.
—Tienes que creer más en ti misma de lo que cualquier otro podría hacerlo. Eres hermosa, posees carácter y sabes cómo enfrentar cargas que ni siquiera te corresponden. Con todo lo que he dicho, estoy seguro de que todavía hay mucho más de ti que me falta por descubrir.
—Eso... —negué.
—Ángel, debes creerlo. Si le preguntamos a alguien más, te dirá eso, especialmente porque has tenido la valentía de entrar en una familia complicada y has aguantado sus críticas —frunció el ceño y se volvió serio—. ¿Por qué crees que los ministros te escuchan o incluso se atreven a cortejarte?
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Sinners Heart
Fantasy[+21] Mason era uno de los apellidos más respetados y poderosos que se escuchaba alrededor del mundo, pero las decisiones de esta familia no solo provocaron el posible quiebre de su imperio sino el posible exilio del mundo mágico al que pertenecen. ...