ANYA MASON
—Brindemos por la integrante de la familia Mason que logró un tratado con el ministro –la amplia sonrisa de Nate se notaba a través del cristal de aquella copa de champagne que había alzado.
—Nate –intenté no sonreí, pero era inútil, él siempre lograba hacerlo.
Alcé mi copa para chocar levemente el cristal de ambas y después beber el delicioso líquido burbujeante que había seleccionado.
Llevaba una semana completa siendo Anya Mason. En tan poco tiempo he podido hacer pequeños cambios, que estoy segura nos llevarán a grandes cosas.
¿Por dónde comenzar? La gala.
Resulta ser que mi plática con el ministro de magia no fue tan mala como pensé. Al día siguiente llamaron a la oficina de Elijah para confirmar la reunión que se llevó a cabo en el ministerio Londinense. Pero el ministro no había pasado desapercibidas mis palabras pues la asistente dejó muy en claro que el único pase de entrada sería mi presencia.
Armand no parecía muy feliz, a pesar de que nuestro padre lo persuadió; tampoco era como si estuviera en posición de negarse a cualquier petición que se le hiciera.
Sin embargo, no dejamos pasar esa oportunidad, al menos yo no. La buena noticia fue que el ministro escuchó a Elijah y a Armand, aunque en un punto fue mi opinión la que tuvo mayor peso, dejando boquiabierto a mi hermano.
El ministro y su pequeño grupo conformado por cuatro personas estaban dispuesto a apoyarnos en darnos una nueva oportunidad. La mala noticia, era que sólo accederían si yo estaba supervisando cada cambio y enviando informes cada fin de semana.
«—Ella apenas tienes 21 años –Armand estaba que ni el mismo sol lo calentaba.
—Yo no encuentro problema con ello, tú tomaste el mando de la bolsa cuando tenías 19 años –Elijah estaba sentado tranquilamente en una de las sillas de la sala de reunión.
El ministro y séquito habían salido de la sala para darnos el espacio de llegar a un consenso.
—Ella será mi jefa... ¿qué hay de los años que le dedique a esta empresa? –sonaba como un niño caprichoso, pero entendía su punto.
—Armand, no creo...
—No es que yo sea tu jefa –interrumpí a Elijah. A pesar de lo tenso de la situación, me mantuve tranquila para no caer en una pelea–. Mira esto como un trabajo en equipo.
—No sabes los movimientos de la empresa, no sabes cómo funciona, con quiénes nos asociamos o cómo es la estructura dentro de la bolsa, el bufete de abogados o las ramas de compra y venta.
—Y es por eso que te digo que es un trabajo en equipo, porque tú lo conoces mejor que nadie –me reacomodé en mi lugar–. Armand, nadie podrá sustituirte, y yo no pienso hacerlo, pero tenemos que aceptar las condiciones o las trabas que nos pondrán serán perjudiciales.
—Hijo, solo confía que esta es la mejor opción –Elijah estaba igual de tenso que Armand.
Armand cerró sus ojos con fuerza mientras masajeaba sus cienes. La situación lo estaba torturando silenciosamente.
—Comprendo, crees que soy una aparecida que pretende quitarte lo que has trabajado con esfuerzo –Armand me miró con el ceño fruncido. Elijah por su parte comprendió el verdadero problema, por lo que iba a interferir, pero me negué a que lo hiciera–. Te puedo asegurar que esa idea es errónea. En este momento no tengo pruebas que demuestren lo contrario, así como tú no tienes los antecedentes para estar seguro de ello.
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Sinners Heart
Fantasy[+21] Mason era uno de los apellidos más respetados y poderosos que se escuchaba alrededor del mundo, pero las decisiones de esta familia no solo provocaron el posible quiebre de su imperio sino el posible exilio del mundo mágico al que pertenecen. ...