Sinners Heart

Chapitre Neuf

DAEMON MASON

Esa chica sí que me dificultaba mucho las cosas, sin duda actuaba muy distinto a lo que imaginaba, inclusive sobre toda aquella que he conocido. Por un instante llegué a pensar que sería tan sencillo que me aburriría a los pocos días; qué errado de mí parte. Anya era más lista, ni siquiera había podido engañarla, cada maldito intento siempre terminaba en palabras cortantes o respuestas ambiguas, con decir que ayer ni siquiera pude avanzar lo que quería aun notando cuánto le gustaba montar a caballo.

La estrategia más útil que veía ahora era la maravillosa propuesta que me hizo Elijah. La verdad es que no me lo esperé, pero admito que fui muy inteligente al aceptarla, no era ningún imbécil al reconocer que Nate me llevaba la delantera, eso no era bueno.

Su suerte se le acabó.

Su distracción estropeaba los planes, y conociéndolo no dudaría que su atención pudiese evolucionar a algo más sentimental de lo que aparenta, no me convenía que siguiera viéndola. Necesitaba ser rápido y por supuesto el trabajo me uniría a ella.

Con su pronta salida ya no me quedaba nada más que hacer, así que agarré mis carpetas y me retiré a mi habitación; lo primero que hice fue dejar sobre el escritorio lo que traje conmigo mientras me desajustaba la estúpida corbata que me puse en vano. Caminé hasta llegar a la orilla de mi cama, me quité el saco dejándolo a un lado y sin más me eché en la comodidad del colchón.

Recordar que ya había perdido tiempo valioso, mis intentos fallidos y la presión de Aliza provocaba que me martillara la cabeza, incluso el cuello dolía. Necesitaba desestresarme, olvidarme de esta estúpida apuesta, de los problemas de la familia y en general de lo que se había convertido mi mundo actualmente. Hastiado saqué de mi bolsillo la jasper para contactar a mi destinatario en mente que bien podía hacerlo con el celular, sin embargo, prefería que los mensajes quedaran en el olvido, no me convenía que quedara evidencia.

"¿Qué hay para esta noche?"
-D.M-

Patrick era muy bueno organizando noches de diversión, sobre todo de improviso. Desde que recuerdo jamás me ha fallado, aunque después del año oscuro comenzamos a diferir en pensamientos. Tampoco era para menos, él seguía siendo un niño mimado y yo tenía otros intereses.

"A las 20:00 te estará esperando un par, en el mismo punto de reunión. Sé puntual."

-P.M-

Sus respuestas nunca me hacían esperar más de lo que mi paciencia toleraba, nunca encontraría juegos de palabras o acertijos, era claro y conciso. Su mensaje me dejó satisfecho con la idea de que sacaría mi frustración con una buena follada.

Con eso me aclararía las ideas y calmaría las malditas frustraciones acumuladas que nunca admitiría. Para mañana tenía que ser un nuevo Daemon, uno mucho más ambicioso y estratégico. No ha habido mujer que me ganara en mi juego, ella no sería la primera. Si fracasaba por última vez, podría despedirme de mi auto, entonces ahora sí, conocería al verdadero Mason capaz de destruirla sin piedad.

La cicatriz a mi costado me recordó los alcances de mi magia, todo lo que tuve que hacer. –Lo que te espera, dulce ángel.– Me levanté de la cama con el fin de cambiar la ropa de ejecutivo por una más cómoda. Una vez que salí de casa, dejé que el bullicio de la ciudad se mezclara en el ambiente conforme mi jaguar me llevó a uno de los hoteles más lujosos y conocidos de Londres.

En aquella habitación me esperaba un par de mujeres, una rubia y otra cuyo cabello lo tenía teñido de violeta. Ninguna perdió el tiempo para coquetear y empezar con lo que estaba destinado para esta tarde. Mi primo por otro lado ya comenzaba a divertirse con la morena que tenía sentada sobre sus piernas, besando su cuello y desabotonando su camisa.