Capítulo Veintiuno

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ERICK

Me vengo, observando como traga mi polla, y mirando su culo de a ratos, el que empina para mi.

—Nada mal para ser su primera vez, princesa.
—Estaba muy rica. -Dice relamiéndose.
—Hay más de donde vino eso.
—Ahora déjame descansar un segundo.

Dice riendo, acostándose a mi lado, posando su mano sobre mi pecho. Lentamente, la veo quedarse dormida, la pequeña está agotada.

De pronto veo a uno de los cuervos entrar por el balcón, esa mirada frenética me indica que hay personas invadiendo el bosque. Supongo que quieren rescatar a Eva. Le hago una seña para que no los lastimen y el cuervo se aleja, canta sobre los árboles comunicándole a las criaturas que no lastimen a los visitantes.

Supongo que puedo cruzarme con ellos mañana, cuando juntos volvamos a Belford, aunque lo más probable es que el rey quiera decapitarme. Y si no lo hace, tendré que enfrentar a todo el reino de Charmintong por haber faltado a nuestro pacto.

Maldición, necesito aire. Sin despertarla me levanto de la cama, y observo la luna junto con el cosmos. Así de estrellada estaba la noche, cuando descansamos en las montañas, mi tonta idea de niño.

Como íbamos a imaginar que cerca pasaría una caravana del Rey Loco, también conocido como Arthur, o ese era su nombre, antes de que la locura tomara posesión de su mente, y se volviera un asesino cruel, y un tirano.

Aun recuerdo los gritos de mi madre a lo lejos, y como se sacrificaron para que pudiera escapar. Por años tuve la misma pesadilla, oía sus gritos en mi mente, y luego, el Rey Loco entraba con sus tropas por las puertas del castillo. Venía por mi.

Despertaba llorando cada mañana, sin encontrar consuelo. Las criaturas del bosque me ofrecieron su manto, ellos me cuidaron, y yo aprendí a cuidar de ellos. Por eso no puedo permitir que nada les pase.

Noto que un proyectil viaja a toca velocidad contra mi. Es una flecha, la detengo con mi mano, con facilidad. El cuervo no me avisó que los visitantes estaban tan cerca, la flecha desprende una toxina que entra por mis poros, y mi cuerpo cae al suelo, sin que pueda evitarlo.

Mi vista se torna borrosa. Pero alcanzo a ver una figura femenina salir desde la flecha. Este poder es parecido a la magia, pero no se trata de eso, es brujería.

El Destello y La SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora