"No" Is a full sentence.–The Olsen Sisters.
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Las campanas del pueblo resonaron como todos los días a la misma hora; se colaba el sonido por la puerta trasera, cruzaba la cocina y llegaba hasta la sala.
7 P.M y nunca supe en realidad el porqué de esa hora; Tal vez simplemente era el momento de ir a casa...La nostalgia, los atardeceres, el olor a césped mojado... Qué vida tan maravillosa para alguien de mi tamaño, que vida tan increíble podría tener el día que me enamorara. ¿Sería como verlos a ellos? así de enamorados y sonrientes. Qué maravilla que algún día pudiera tener eso conmigo.
Qué nostalgia...
Qué nostalgia.
"¡Corre, Kara!" Gritaba mi padre sonriendo mientras yo intentaba escapar de los brazos de mamá. Reían al ver mis pasos torpes pero aun así yo continuaba; apenas recordaba mi propio tamaño, mis manos pequeñas, esas pequeñas piernas que lo daban todo porque mamá no me hiciera más cosquillas... Ahí estaban ellos y yo era tan... pequeña... como para alguna vez pensar en que no celebraríamos más victorias juntos.
Y la vida pasó, no el tiempo, solamente la vida, esas cosas que cuando te preguntas el porqué, no tienen respuesta, solo suceden dejando las cicatrices más profundas. La vida me movió de allá para acá, entre la perdida, entre nuevos rostros y voces desconocidas. Y viví cosas sin ellos, vi las cosas que debía ver sin ellos y reí por las cosas que debía reír sin ellos.
Los recordé a donde fui, los recordé por el entusiasmo y las buenas ganas de ir por lo que creía merecer..
Entonces me paseé por un lugar pequeño siendo yo más grande, con calles solitarias, colinas verdes, un mar lleno de vida y la sonrisa de tres personas nuevas. El pequeño Midvale, el pequeño Midvale... Jeremiah y Eliza también gritaron "¡Corre, Kara!" mientras yo intentaba ganar Drop the Handerkerchief, como tantas veces lo jugamos en la cuadra; ahora las victorias se celebraban de una forma diferente pero se seguían celebrando. Me hicieron recordarlos todo el tiempo, me hicieron querer regresar allá, por el gran parecido de la felicidad que reflejaban... pero ahora tenia una hermana, ahora vivía la vida de una forma más amena y eso era suficiente de alguna forma. Alex y Eliza... Una madre y una hermana que preparaban galletas para repartir con nuestros amigos, ganara quien ganara, había una victoria que celebrar, así como todo en esta vida debía celebrarse, al menos por el aprendizaje.
Y la vida pasó después, y tuve que despedirme otra vez de un pequeño pueblo, de un gran padre también.
Y entre todo eso, aun me sucedía preguntarme qué tanto de todo era injusto, qué tanto de todo debía ser diferente...
Corrí en la calles de Franklin, corrí en esas calles tan anchas y solitarias donde sus arboles se pintaban de rojo cuando el otoño llegaba. Fue perfecto correr ahí, fue liberador y realicé por fin que tal vez pasaría la vida entera yendo de un lugar a otro.