And undoing...
and undoing....
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Caminábamos. Caminábamos sin rumbo. Caminábamos por caminar, por el hecho de estar juntas. Y si nos encontrábamos las manos no importaba, y si se hablaban las miradas tampoco, porque con sonreírnos a ratos alcanzaba. Caminábamos buscándonos, esperando a que el destino nos llevara a un mismo beso, en una esquina de un farol, en una esquina de una misma vida...
Habíamos bailado... también habíamos reído. Nuestras mejillas dolieron la mayoría del tiempo, y nuestro abdomen pedía piedad porque descansáramos. Éramos felices... y yo no podía dejar de pensar en si ya era tiempo para dejar un beso en sus labios.
Llevaba su mano de la mía, las entrelazábamos y los nervios nos ganaban, parecíamos nuevas e inexpertas.
"Some other girl and guy, would love this swirling sky... But there's only you and I..." Cantábamos Lena y yo mientras atravesábamos el Gloria Molina Grand Park. Estaba solitario, solamente nos acompañaba el sonido de la ciudad a lo lejos.
—Quiero decirte algo, Lena... —dije de pronto.
Hice que se sentara a mi lado en una de las bancas rojas que tenían vista hacia el ayuntamiento. Ella me miró intrigada. Quería decirle y preguntarle tantas cosas. Tenía dudas sobre cómo se sentía realmente, lo que había hecho horas antes no era cualquier cosa, y yo sabía que de pronto cuando se quedaba pensativa, tal vez algo de eso le pasaba por la mente.
Me relajé, tomé aire un momento e intenté estar lo más tranquila posible.
—Estuve pensando en ti... —dije con mi mano en la suya—, el ultimo año que pasó, estuve todo el tiempo asimilando... apenas recuerdo gran de parte de eso en realidad. Recuerdo que te extrañé, y aunque lo nuestro solo había sido una noche... recuerdo que me divertí como nunca antes lo había hecho, y al mismo tiempo no lo podía creer, pensaba en que no podías ser real por lo fácil que fue que me dejaras acompañarte. Y mucho tiempo quise esconder esos sentimientos, porque creía que se burlarían de mí... admito que también tuvo que ver en el porqué decidí no buscarte más...
—No tienes que decirme esto, Kara... —me dijo con compasión. —Tomé desiciones también, no fueron las mejores. Y... pude haberme ahorrado tanto, pude haberme ahorrado el sufrimiento de muchas personas a mí al rededor. Ahora pienso en que tal vez mucho de lo que hice fue un berrinche que me costó casi el perderte...
—Yo estaba dispuesta a dejarte ir con él..
Ella me dio una mirada sería y un tanto triste.
—Pero yo no quería estar con él, Kara... Él... es un buen hombre, y lo quiero es verdad... pero...
—Ni si quiera se acuerda de tu canción favorita, ¿no es así?...
Me dio una sonrisa pequeña.
—Él no es tú —dijo tranquila sabiendo que era todo lo que tenía que decirme—, es eso, simplemente no es tú.
Le di una sonrisa de alivio.
—Tú me robaste de un altar... —me miró con sorpresa—, escribiste mil canciones, me hiciste reír, ¡me robaste de un altar!
—Aun no puedo creer que en verdad lo hice... —respondí sonrojada.
Ella sonrió y dejó escapar lo más parecido a una risa.
