Anduvimos un rato por las hermosas calles de Nashville, la bienvenida a la primavera hacia que la noche luciera más cálida. La ciudad estaba tranquila, uno que otro auto de pronto pasaba por la avenida, solo los restaurantes se veían animados. Tennessee me tomaba del brazo. En otras circunstancias tal vez ni si quiera me hubiera dirigido la palabra, pero supuse que mi acto de valentía al defenderla me había hecho ganar su confianza.
—Entonces, dígame señorita Tennessee... Hacia dónde nos dirigimos?... —Dije aclarándome la garganta y acercándola un poco más a mí.
—Sabes en dónde queda la avenida Nebraska?
—Qué! —Me paré en seco. —Planeabas irte caminando sola, a mitad de la noche, hasta allá!
Parecía que todas mis expresiones le causaban gracia pues no dejaba de reír.
—Pero porqué ríes?... —Dije riendo también.
—Porque no llevamos mas de una hora conociéndonos y he conocido más tu lado enojado que tu lado tranquilo. —Dijo mientras se acercaba a mí. —Cómo se supone que no ria si tus expresiones son de lo más adorable?...
Solté una pequeña risa intentando responder a su comentario pero los nervios me invadieron de lo cerca que estaba de mí, de lo bien que me podía sostener la mirada. Tuve que voltear a otro lado para calmar mi sonrisa sin sentido. Todo lo que sucedía en ese momento era una locura, cómo era posible que yo siendo tan tímida y preocupada por las relaciones estuviera a mitad de la noche con una completa desconocida, o incluso, cómo era posible que ella accediera a mi invitación...
Un silencio enorme se hizo entre las dos, ahí a mitad de la avenida nos encontrábamos bajo la luz de un farol que apenas alumbraba mientras se escuchaba música a lo lejos...
—Qué sucede?... —A penas pude decir...
Ella solo sonrió manteniendo su mirada fija en la mía, se tomó el tiempo para arreglar mi camisa y mi cabello, tenia en sus mejillas un poco de sonrojo lo cual hizo que mi corazón se acelerara, estaba tan cerca de mí que podía oler su perfume con un aroma parecido a la vainilla, quise acercarme mas... Pero de pronto me trajo de vuelta a la realidad.
—En realidad... Sí planeaba caminar hasta allá.—Dijo finalmente. —Mi celular no sirve así que no pude pedir un taxi... —Se alejó regresando a su sitio anterior tomándome nuevamente del brazo para caminar. —Además... Ahora tengo a mi "SuperChica" para que me cuide y me proteja en ésta noche... —Eso ultimo me hizo sentir remolinos en el estómago sin poder contener más mi sonrisa.
—Creo que puedo pedir un taxi... —Dije metiendo mis manos en los bolsillos del pantalón pero estaban vacíos. Me detuve un momento para revisar mi saco pero el celular tampoco estaba ahí, supuse que en la pelea se había perdido.
—Está todo bien?...
—Creo que después de todo sí tendremos que caminar hasta la avenida Nebraska... No tengo mi celular, debió haberse caído durante la pelea...
Ella me miró sin ninguna preocupación.
—No tienes de qué preocuparte, ya haz hecho bastante hoy por mí... Tu compañía es lo único que necesito ahora... Pero si es demasiado, lo entiendo, no tienes porqué caminar hasta allá también...
En realidad gran parte de mí estaba alegre por el echo de no encontrar el celular, era al menos hora y media hasta la avenida Nebraska, aprovecharía todo el tiempo que tuviera a su lado, tal vez en algún momento de la noche ella se sentiría mas cómoda y me diría su nombre...
—No tengo ningún problema, créeme...
—Aun no puedo creer que lo hicieras... Fue increíble, te lanzaste sobre el sujeto... Y tu amigo! Dios, tu amigo tenia como a cuatro sobre él... —Ella no paraba de reír. —En ese momento te juro que yo estaba pensando en si debía ayudarte a ti o al sujeto o a tu amigo!
