Por bastante tiempo me había preguntado cómo se sentiría estar enamorada.
y por primera vez lo supe...
Pero olvidé que también conllevaba la posibilidad de que te rompan el corazón...
En cualquiera de los dos casos, cuando lo descubres..
Te falta el aire.
La garganta se cierra.
Tiemblas...
Pero algo diferencia a estas dos.. Y es que o quieres vivir para siempre..
O deseas la muerte inmediata.
Y ahí estaba...
Mi Tennessee, provocándome las dos cosas al mismo tiempo...
—Un aplauso para mi futura esposa Lena Luthor...
Escuché a lo lejos mientras veía entrar a Tennessee por aquella puerta...
El cuerpo entero se me congeló. Y de pronto tuve una reacción de la que no estuve segura, de la que no sabía si podría controlar... Cómo si la sala entera esperara que dijera algo, como si todos estuvieran esperando a que me desmoronara en publico... Pero no era así, todos la veían a ella, yo solo sentí el inmenso ardor y sofoco intentando de alguna forma hacer que lo que estaba a mi al rededor encajara...
Todos aplaudían con gran estruendo, todos con una enorme sonrisa y yo solo pude permanecer ahí inmóvil...
Ella estaba ahí, al frente... Más hermosa incluso que aquella noche, con su cabello lacio largo, un vestido color negro que cubría hasta la mitad de sus hombros... Y una sonrisa que no se comparaba con alguna otra que hubiera visto antes....
El ardor subió desde mi quijada a las mejillas, hasta que lo sentí en mi pecho y mis ojos...
Pude jurar que me vi a mi misma soltar una lagrima...
Quería despertar...
Quería que no fuera cierto, que no fuera ella... Sentí nauseas al darme cuenta de lo estúpida que había sido...
Mi vista se nubló y apreté mi mandíbula intentando disimular que nada pasaba, continué con los aplausos aunque estos no emitían ningún sonido y aun así mi cuerpo no resistió...
Los invitados de la mesa principal se levantaron a saludarla y lo mejor que pude hacer fue correr al sanitario...
—Kara? —Gritó Alex pero no me detuve.
Empuje la puerta de los sanitarios y la cerré con seguro tras de mí. Sentí el ardor subir por mi garganta, corrí a uno de los inodoros y sin poder evitarlo devolví. Mis lagrimas comenzaron a salir mientras hacia esfuerzo con mi estomago, me sujete de las orillas del retrete intentando parar, pero mi estomago no soportó la carga de adrenalina y dolor.
Había sido tan estúpida... Había creído todo este tiempo en un tonto cuento infantil, un cuento que me había inventado yo sola...
Cómo saldría allá ahora? Con qué cara vería a mis amigos después de decirles que la chica de la que estaba enamorada era la prometida de Jack...
Me alejé del retrete sentándome en el suelo intentando calmar mis nauseas y respiré profundo... Tenia las manos entumidas y no sentía mi rostro... No podía dejar que me vieran así... No podía.
Desee tanto no haber contado nada, desee tanto no haberles dicho sobre su existencia...
Respiré profundamente una y otra vez... El rostro me hormigueaba, y solo sentí como una inmensa tristeza se apoderó de mí...
