Había una carta entre tantas, entre todas esas, una se había escabullido debajo de la cama. Y me pregunté si tal vez Lena, se me había escapado igual...
"Si tanto querías salir conmigo... ¿porqué no llamaste?" recuerdo escucharla decir.
Y ahora me preguntaba qué tanto de eso había sido real. Qué tanto de todo eso comenzaba a borrarse.
Ella tenía ojos verdes... "ella tiene ojos verdes" me dije a mí misma. Pero era mentira, sus ojos eran uno azul, el otro verde.
"Admítelo, Kara..." me dije también. "Tal vez puedas hacer las cosas bien esta vez, tal vez le puedas probar que eres buena... y que deberían estar juntas."
Era su rostro? O era el mío a quien veía? Pero era ella grande y bella.
Y de ahí nació todo. Y entonces supe el principio y los tantos fines que alguna vez conocería.
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—No deberías estar aquí... —escuché tras de mí.
—Lex...
Al voltear, él me dio una mirada indescifrable. No sabía si era furia, tristeza o alegría lo que había en sus ojos. Intenté hablar pero no me dejó.
—Ella necesita esto... Este compromiso —dijo serio.
—Es tu hermana, Lex... Cómo puedes hacer algo así? —respondí con furia—, y no es ella la que necesita ese compromiso, lo necesitas tú. Si te hubieras hecho responsable de tus malas decisiones, Lena no estaría pasando por esta situación.
—¿Quieres apostar que no soy yo quien más la ha hecho sufrir? —dijo hiriéndome—. Ya la dejaste ir... Ya la hiciste llorar, y aun así ¿tienes el atrevimiento de venir a causarle un dolor más?
No dije nada.
—De cualquier forma, la ceremonia ya se está oficiando. Date cuenta que ella no renunció en ningún momento a Jack...
—No tienes la última palabra... —respondí con resentimiento—. Aprende de una vez a respetar las decisiones de Lena. Estoy tan cansada de las personas como tú, que creen tener el derecho de meterse en la vida de los demás. Entiendo que te importa y que para ti la familia lo es todo, pero ¿no te das cuenta? ¿Cómo no puedes ver que lo que hiciste le causará un daño eterno? —me miró serio, con su orgullo quebrado—. Si tanto te importa su bienestar debes saber que no será feliz con él, tu lo viste, Lex, en carne propia, la ilusión que tenia por regresar a mí... Si algo puedes hacer bien esta vez es hacerte a un lado. Se lo debes.
Él no dijo nada, pero por primera vez me mostró una expresión sincera. Estaba enojado, tal vez no conmigo, consigo mismo. Al final del día, los dos habíamos arruinado la felicidad de Lena creyendo que lo hacíamos por su propio bien, los dos habíamos tomado desiciones que crearon solamente caos y tristeza. Jamás creí que me culparía de la misma forma que a él por hacer llorar a Lena... pero ambos teníamos ahora la oportunidad de redimirnos. Los dos sabíamos que ella no sería feliz, pues a ella ya no le importaba en lo absoluto la perdida de LCorp, nada de eso. Sabía que Lex estaba desesperado, y no imaginaba el tormento de la responsabilidad tan grande que caería en sus hombros al perder la compañía, que casi podía apiadarme de él.
