EL corazón se me quería salir por la garganta, Tennessee tenia los ojos mas hermosos que había visto... Tenia tanto tiempo sin haberme sentido tan plena y espontánea, no recordaba si alguna vez había sentido tanta emoción por conocer a alguien...Nuestro entorno estaba envuelto de aire espeso con aroma a cereza, las luces del bar se reflejaban en sus ojos y su cabello. Tantas cosas que podía decir acerca de ella estaban atoradas en mi garganta, la verdad era que lo que quería hacer no era decirle algo, mas bien, hacer algo...
—Porqué aceptaste que te acompañara si no me conoces?...
—Tal vez, coincido contigo con lo que dijste, sobre sentir que te conozco de algún lugar... Cuando te vi en el escenario, tuve esta necesidad de decirte "Hola"de saludarte, pero luego caí en cuenta de que no te conocía...
—Tal vez en otra vida...
—Puede ser, una vida pasada...
—Gracias por la confianza... Si en algún momento digo algo que te incomode o prefieres seguir a casa sola, yo entenderé.
—Debo admitir que tu acto heroico me dejo sorprendida... Nunca nadie me había defendido así, ademas, no sabias quien era, solo te acercaste a defenderme sin mas...
—Y lo haría de nuevo sin dudar... —Dije sonriendo.
—Dime, porqué de pronto sonríes así?
—Así cómo?
—Con la mirada...
—Bueno, digamos que me acabo de dar cuenta de algo?
—y es?..
—Que no hay nada mas lindo que la sensación de reírse con alguien y darse cuenta de cuanto disfrutas estar con esa persona... De su existencia.
Y entonces ella también sonrió con la mirada.
Puso sus manos sobre las mías, sentí escalofríos en la espalda por la repentina sorpresa de sentir su calidez. Yo solamente pude sonreír en un intento de que mi pulso acelerado no escapara de mi torso.
—Tocarías algo en el piano para mí?... —Ella dijo y una emoción invadió mi pecho.
—Yo, no sé... —Dije algo nerviosa. —No soy tan buena como quisiera...
—Kara... Te escuché toda la noche... No seas modesta...
Tennessee me mostró una nueva expresión en su rostro, una que me hizo rendirme completamente...
—Está bien. —Dije inmediatamente.
No intenté disimular mi sonrisa esta vez, sostuve sus manos sobre las mías un momento más antes de levantarme, su piel era blanca como la nieve, me hacia recordar aquellos días de navidad con mis padres... Lo familiar, la cercanía de tener a alguien quien cuide de ti... Como estar en casa.
—Alguna petición en especial?
—Tú elige, yo estaré feliz...
Me levanté y caminé hacia la barra del bar, con las manos un poco temblorosas, la única vez que toqué algo para alguien en especifico fue a mi madre, y tenia rato de ese día... Algunos años en realidad.
El encargado del lugar me explicó que el piano casi no era utilizado y que algunas cuerdas estaban desafinadas, en las octavas agudas para ser mas exactos, pero que le alegraba que alguien se animara a tocar esa noche.
Caminé hacia el escenario, parecía mas grande a lo lejos, al sentarme y tomar postura automáticamente las personas en el lugar voltearon a verme...
Mis manos temblaban, por un momento pensé que sería mejor regresar a la mesa con Tennessee, no estaba segura de poder hacerlo. No fue hasta que voltee a verla, que caí en cuenta de que no importaba nada más en ese momento, no importaban las demás personas, ni los errores, y que cada sentimiento en mi estomago, en mis manos, era por esos ojos verdes que me veían solo a mí...